# 3 Madurar

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Pov: Freen

Estamos saliendo de casa de los Armstrong, ya son las 3 a.m. solo nos quedamos hasta tan tarde por Kade y su nueva conquista de este mes.

Este chico se llama Richi Armstrong, el cual hizo una actuación de héroe ayudando a limpiar el vestido de Kade, a ella jamás le ha molestado tener el papel de damisela en peligro.

-Chan no me contesta el teléfono. -dice Kade refiriéndose al amo de llaves de su casa y de la Heng. – Lo he estado llamando desde hace dos horas.

-Tendrán que dormir en mi casa. – digo, y ninguno de los se niega.

Las familias de Heng y Kade son muy buenas amigas, ellos fueron criados como hermanos incluso viven uno junto al otro en dos casas dentro de la misma privada, mi casa esta en otra privada justo en frente.

A diferencia de ellos que nacieron y crecieron acá, yo llegue a la ciudad hace 5 años (cuando tenia 12) desde el primer momento nos hicimos amigos inseparables, y el día después de mi cumpleaños #13 Heng me pidió que fuera su novia... hasta ahora que nada ha cambiado.

-Creo que tiene esta semana libre, sabes que Chan ha trabajado para la familia toda su vida, merece un poco de descanso. – habla Heng a Kade, le doy una tierna mirada.

-Le pediré que deje las llaves la próxima vez. – contesta Kade ¿y de repente hay un sentimiento que me invade, como que todo lo que me rodea es explícitamente correcto, mi mejor amiga y mi novio son personas muy correctas y por así decirlo "bien educadas" eso genera que el ambiente que me rodea siempre se sienta pleno, sin actos indebidos, correctos.

Heng deja entonces el auto en mi estacionamiento. Esto de dormir en casa los 3 es bastante habitual así que no tengo que decirles ni que habitación ir, ni que pijamas usar.

Hay suficientes habitaciones en la casa para que cada uno use la suya, pero Heng entra a la mía sin permiso y se acomoda en mi cama.

-No hagan mucho ruido. – me susurra Kade al oído, yo le doy una media sonrisa. – Hasta mañana Freen, que duermas bien Heng.

La chica entra a su habitación y yo a la mía. Entro a mi cama acomodándome del lado opuesto de él, estoy algo cansado así que me dispongo a dormir inmediatamente, pero entonces siento como el hombre junto a mi da una vuelta sobre su cuerpo para poder mirarme.

-Sabes que toda la noche estuve esperando para estar a solas contigo. – empieza a decir Heng con tono coqueto, se a que quiere llegar y aunque estoy muy cansada siento el deber de seguirle el juego.

-¿Ahh si? – paso mi mano por su mejilla toda rasposa. - ¿y me vas a decir por qué?

-No

-¿No?

-Te voy a mostrar. – y sin dejarme decir nada estrella sus labios con los míos, pero no intentando besar sino mas bien como buscando una excusa para así desabotonar mi blusa.

Yo intenso suavizar el beso, porque la verdad con lo cansada que estoy prefiero ir lento, pero esa no es la intención de mi novio y rápidamente saca sus prendas y las mías, no es para nada la primera ves que hacemos esto así que no siento nervios ni miedo, pero si me sucede algo...

¡No estoy caliente! Y eso me preocupa por que en general no es bueno que en el sexo una vaya a 180 km/h y el otro a 30, así que me concentro, ubico mis ojos en la nada y empezó a sentir lo mejor posible todo lo que el hace, besa mi abdomen, pero de la misma manera que con mis labios, insípidamente.

Y con las manos baja mi ropa interior y saca mi sostén, se calma un poco y mira por un largo tiempo mi cuerpo totalmente desnudo, intenta trazar mis curvas con sus manos, pero no es para nada delicado y sus manos van demasiado rápido mientras da unos besos a mis pechos... sigo con  la vista en el vacío y hay algo...

Prohibido Freen BeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora