#67 El segundo sexo

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Pov: Freen

Estamos sentadas en la cama matrimonial del departamento de Pitty mientras Nam va de un lado a otro buscando ropa para mí, en unos minutos me tomará fotos y grabará algunos vídeos para su próximo producto, aprovechando el buen recibimiento que tuvo Becky en el medio, nada mejor que usar a la "novia" para hacer su anuncio y promocionar la nueva paleta de sombras.

Me sorprende lo accesibles que somos con Nam y su empresa, no saco pretextos para nada, ni me opongo en lo que ella decida hacer con mi imagen, como si toda la publicidad la estuvieran usando en otro plano dimensional.

Divercity es una empresa demasiado extravagante, representa los deseos depravados que todos tenemos pero elegimos no hacer, ni decir.

- Me gusta el amarillo - dice Nam mostrando un vestido en nuestra dirección - pero eres castaña y no quiero darle tanta calidez al producto.

Becky que por primera vez levanta los ojos de un libro que tomó sin permiso de la repisa de Pitty, "El segundo sexo" y se queda analizando el vestido, o a Nam, creo que esta celosa de ella, no lo sé.

- No se supone que de eso va el producto, la naturaleza y demás – opina muy cortante.

- Si, pero no quiero que Freen parezca un girasol – y busca más.

- Es verdad, tiene que verse muy sexual para poder ponerle de título "La novia de la chico/chica" - Becky usa un tono irónico para nada amable.

Parece un poco molesta, pero no hace falta decir que es difícil averiguar los sentimientos de la ojiverde.

- No es mi culpa, así se mercadotecnia - responde Nam como siempre con su prudencia.

- Dale una identidad propia, no seas una perra - el tono de Becky es más agresivo.

No me había planteado que tal vez Becky está enojada con Nam, se que tuve más encuentros con Nam pero... ¿Sera que por eso, o quizás no le agrada?

- ¿Qué tiene de malo darle un poco de sensualidad a tu novia? – la mujer saca un vestido rojo.

Y entonces me quedo pensando en lo de "Tu novia" viniendo de parte de Nam, y me doy cuenta de que Becky está emputadisima, tanto que deja el libro a un lado y se sienta totalmente recta en la cama.

- ¿Por qué no te pones esa mierda de vestido tú, y te coges a tu marido que falta le hace? - escupe la pequeña.

Nam le da una mirada fuerte, el ambiente se pone tenso entre las dos, yo estoy observando toda la escena con una almohada en el pecho como escudo.

- ¿Estás celosa Armstrong? – ríe, con mucho cinismo.

- La verdad, sólo me gustaría que no nos mostraran a un montón de personas como un producto de rareza aparentemente moderna que ustedes representan - le dice.

Nunca había notado con certeza todos los matices de la personalidad de Rebeca Armstrong, en WeiBull parecía una de esas chicas guapas que la hacen parte de una pandilla de gente que tiene como único propósito en la vida llamar la atención, pero ella está muy alejada de esa descripción, porque es sólo una persona que no quiere ser catalogada de ninguna manera.

Un ser humano que desea sinceramente vivir una vida normal pero las circunstancias no se lo permiten.

- ¿Enserio me vas a hablar a mi de rarezas? Creo que la terapeuta que contrato Pitty está sobrevalorada - responde y da la vuelta para seguir buscando en el armario ignorado el comentario tan hijo de puta que acaba de hacerle a Becky.

- ¿Me vas a hablar a mí de cosas sobrevaloradas? Con su estúpido matrimonio de mierda que le muestras a los medios - el tono de Becky no varía, pero sé que su enojo si - Lo tomaré en cuenta cuando haga mi propia empresa, dos gay de closet que se dedican a explotar el potencial sexual de la gente, haré una nota mental.

Prohibido Freen BeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora