- Eres como la hija pródiga volviendo a casa - dice Becky mientras conduce - Y yo una secuestradora regresando su princesa cautiva.
Pasamos por el bosque de pinos, a mí siempre me gustó ese lugar, mi primera salida con Becky.
Inconscientemente ese día el panorama me hizo comprobar que no era sólo una chica linda entre un montón de gente decepcionante.
Mi novia es, más allá de descripciones superficiales, una persona mágica, de esas que pueden volver cualquier cosa maravillosa, que con su sonrisa tiene la capacidad de cambiar el mundo, abrir la mente, ocasionar derrumbes, colisiones espaciales, cambio de estaciones.
Y si alguien me contradice al menos argumentaré que a mí sí me provoca aquello, y pues a ver de a como nos toca.
- Te amo - me aferro a su cuerpo.
Llegamos a la primera casa, la primera señal de tránsito dañada con spray de pintura, huele a bosque, no se siente como volver a casa después de un largo viaje. La verdad no.
Pasamos dos calles sin mucha gente, y luego llegamos a la calle Laurel Becky murmura que no sabe en qué momento detenerse, a lo lejos una gran construcción victoriana se deja ver entre la niebla. Mi casa, bueno la que era mi casa.
Es un día lluvioso, siempre hay días lluviosos en WeiBull, el frío que hace no es algo que se olvide pero el miedo de encontrar a alguien conocido es nuevo para mi.
Seguir hasta el parque más cercano, nos detenemos, ha sido un largo viaje.
- Desde que tu no compites en carreras prometí no volver a este pueblo – dice Morin deteniéndose junto a nosotras, él lleva el equipaje. Me sorprende como nos las arreglamos para cada vez tener menos cosas.
Yo bajo, Becky apaga la moto, ella se quedó viendo las casas que no han cambiado y por un momento me imagino volviendo cuatro meses en el pasado.
Lo más seguro es que si llegamos a la casa de... Mi padre, que ahora suena como un lugar ajeno a mí, ellos busquen una explicación, porque generalmente cuando la gente se pierde a propósito y vuelve tiene una buena explicación.
- Bueno, ¿Y ahora qué? - pregunta Morin.
- Bueno, no vamos a perder el tiempo - comento - ¿A mí... Casa... O a la tuya?
- Puta, que fuerte todo - Morin se pasa las manos por la cara.
Ella se baja de la moto y se estira, de seguro hoy será un largo día. Me empieza a dar mucho frío porque llevo un abrigo ligero.
Becky lo nota y se acerca para abrazarme.
-Estás temblando, y mira -toca mi nariz -Eres un reno navideño- Le doy un beso rápido en los labios, ella mueve las cejas fingiendo que quedo embobada con el beso, sonrío.
Pero entonces veo a un hombre pasar cerca de nosotras y nos mira fijamente.
Ruedo los ojos, ya lo había olvidado, esto está mal visto. Ella que no lo nota se queda un rato arreglando mi cabello todo desordenado.
- Cuidado, que alguien nos mira - murmuro.
Becky observa al tipo que parece no tener la capacidad de disimular.
- ¿Lo conoces? - niego - Ya olvidaba como eran las cosas por acá.
Se aleja y busca un abrigo en el equipaje para mí. Hay gente que viene y va por las calles, no reconozco a casi nadie.
- La gente de las escuelas está a punto de salir, sean rápidas – habla Morin - Iré a la casa de Billy.
Antes de venir teníamos que buscar un lugar donde llegar, porque sinceramente ni Freen ni yo esperamos un abrazo de bienvenida, Billy vive con su abuela, la mujer más indiferente del mundo, en una casa grande con habitaciones en alquiler.
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Prohibido Freen Becky
FanficHola.. Bueno, primeramente quiero decir que esta es la primera vez que hago algo así. Esta esta una historia que leí hace mucho tiempo, y pensé en adaptar, claro que con permiso de su autora. (yo no escribo ni a palos) pero aquí me convencieron por...