<Las mujeres son suaves, quieres tocarlas todo el tiempo, tienen el divino poder de hacerse desear> Es una cita de Aglow, lo dice la esposa del millonario, es una mujer muy inteligente, pero ha vivido sola y resignada, hasta que conoce a la protagonista y bueno, el resto ya es historia...Ver a Becky Armstrong tan cerca de mí me transporta a esa, mi película favorita.
Sus ojos son tan verdes y su piel se ve suave, sin querer comparo a Becky con Heng, él tiene siempre su barba de dos días, le gusta así de corta y claramente no es suave, tal vez en algún punto de mi vida me gustaba su barba, su masculinidad.
Nos miramos fijamente por un rato, es incómodo, pero inevitable y no fue hasta que nuestras narices rozan que cada una dio un salto asustada, nos separamos y miramos hacia otro lugar. Estoy avergonzada. ¿Qué mierdas está pasando?
-Parece que te gusto el pipi y las galletas, tendré que llevarte más seguido al restaurante. – Dice ella mientras se levanta y se estira como si hubiese dormido por horas.
Me extiende una mano para ayudarme a levantar, rápidamente ese momento incomodo sale de mi mente.
-Concuerdo.
-También me puedes enseñar lugares lujosos de WeiBull donde va la gente fifi como tú. -Lanza con una media sonrisa.
-Te burlas demasiado de mí. – Reímos – Te invitare a una cafetería, la más lujosa, pero solo si tu prometes darme un tour completo por WeiBull, casas, lugares extraños todo.
-Hecho. - apretamos las manos.
El contacto se siente como la electricidad, es fascinante.
Salimos del Bosque de Pinos y subimos a la moto, esta vez no tengo tanto miedo y los veinte minutos de camino los paso como una niña en una dulcería, abriendo los brazos y sintiendo el veloz viento en mi cuerpo.
Las motos son terriblemente peligrosas, pero maldita sea la liberta que se siente es excitante.
Llegamos a mi casa, se detiene un poco antes por petición mía, mi padre me asesinaría si se llega a enterar de que yo andaba en una moto.
-Becky... Gracias, enserio fuiste de mucha ayuda yo... comienzo a agradecerle muy cortésmente, pero me interrumpe.
-Cállate. - me dice, sonríe es tierna. -Dame tu número, estoy ilusionada con eso de ir a una cafetería lujosa.
Le paso mi contacto y me despido, no sin antes quedarme parada viendo como se aleja. ¡Qué día!
Llego a casa muy sonriente y me dirijo a mi habitación, pero en el camino encuentro a Heng con una mirada de pocos amigos, a su lado esta Kade que parece algo preocupada.
-¿Dónde estabas Freen? Estuvimos muy asustados, no contestabas tu celular y ... - Habla Kade alarmada, pero Heng la interrumpe.
-Es muy infantil que salgas corriendo. – mis ojos se llenan de odio, sigue con lo mismo. – Así no se solucionan las cosas.
-¿Por qué no te disculpas entonces? Las cosas se solucionan aceptando los errores... - los dos quedan espantados por la forma en la que les hablo, aunque ni si quiera estoy subiendo la voz – Y tu al no disculparte estas siendo más inmaduro que yo.
Entonces las cosas transcurren así.
Los dos me piden explicación, les digo que estuve en la biblioteca (miento), Heng va al sofá porque esta demasiado enojado aunque yo ni siquiera le haya gritado, Kade me consuela aunque tampoco me siento mal, bajo al sofá y al final termino yo siendo la que se disculpa, Kade se va, luego Heng y yo vamos a mi cuarto y tenemos sexo... Mas tarde por la noche a eso de las 11 cuando ya estamos durmiendo me doy cuenta de que básicamente siempre hago las mismas cosas, todo el tiempo <para hacer que todas las personas a mi alrededor se sientan cómodas>
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Prohibido Freen Becky
FanficHola.. Bueno, primeramente quiero decir que esta es la primera vez que hago algo así. Esta esta una historia que leí hace mucho tiempo, y pensé en adaptar, claro que con permiso de su autora. (yo no escribo ni a palos) pero aquí me convencieron por...