Prohibido Freen Becky

#50 Flynn Rider

Pov: Freen

Paso mis días mirando el techo de mi casa, cuarto por cuarto una que otra actividad con mi abuelo, y uno que otro mensaje con Becky.

Es semana de vacaciones navideñas. La mejor época para una familia, en mi caso papá no ha perdido la oportunidad de hablarme sobre su crisis laboral.

Que todo lo malo que les ha pasado, pasa y pasara ha sido mi culpa.

Que no le pongo empeño al psicólogo y cada vez que les digo que no voy a dejar a Becky me quitan algo más, primero mis tarjetas, mi vida social, cualquier estupidez en mi cuarto que parezca homosexual y por último lo que más me dolió y con lo cual decidí callar de ahora en adelante, mi auto, mi hermoso auto... En las noches lloro por él.

Va ser navidad y deseo ver a mi novia, la extraño tanto, a ella también le ha ido mal, cuando me conto lo de su padre quise gritar, no soporto pensar en que la metan en una tipo cárcel.

Recuerdo lo primero que les dije a mis padres al llegar a casa después de ese día en la escuela "Porque me importa una mierda todas las reglas absurdas que me hayan puesto toda mi puta vida y lo único que ahora se es que estoy enamorada de una mujer y si ustedes no pueden vivir con eso no es mi puto problema." Casi se desmaya con todo ese nivel de rebeldía.

-No entiendo a la gente que no le gustan las aceitunas – Dice Heng sentado en sofá.

Mi Ex novio si, el, a veces viene a verme y hablar conmigo, su estado es tan deplorable, que incluso siento pena por él.

Jamás lo había visto usando pescadores y camisas de resaque, hasta que se entero que toda la escuela sabia de mi noviazgo con Becky, muchos lo culpan a el de que sea lesbiana, lo han insultado en nombre de la masculinidad y le han dicho poco hombre tantas veces...

Y no para de comer, el siempre siendo el más escrito en su alimentación, ahora come cualquier cosa, tampoco lo he visto sobrio esta semana, lleva el cabello grasiento y bolsas debajo de los ojos.

¿Qué se sentirá estar de su lado? No solo supera una ruptura, sino también una espantosa perdida de dignidad y derrumbe de su situación social, aun así, me habla con normalidad y en ningún momento me ha culpado, Heng es un buen chico.

Y claro, los señores Asavarid han decidido culparme de la situación de su hijo.

-Nada como un vermut, patatas y unas aceitunas – respondo.

El me da la razón.

-¿Cómo te fue con el psicólogo?

-Bien, cada día tengo más ganas de matarme.

-Ni me lo digas – dice metiéndose varias aceitunas con pimiento a la boca – este año no voy a aparecer en la foto familiar de navidad.

Me sorprendo, vaya que fuerte es eso.

-Yo tampoco, a lo mejor adopten a otra hija.

El chico abre otra bolsa de papitas y me ofrece, siento como que el quiere preguntarme algo, pero se contiene, al final del día Heng se va, robándose una botella de vodka de mi casa, si lo pienso seria genial emborracharme hasta que a la gente le deje de importar mi puta vida.

-Vas a morir de pena moral.

Doy un salto cuando veo a Kade en pasillo.

-Me siento como esa princesa a la que encierran en la torre... - suspiro.

-¿Cómo Rapunzel?

-No, como Fiona.

-No entiendo porque ustedes dos le contaron a todo el mundo, creo que la cagaron un poco – Kade toma asiendo pegada a una pared del pasillo, me señala que la acompañe – Mira hasta a mí me castigaron, mis padres no quieren que salga con mis amigas, incluso ahora si aceptan a Richi.