#66 En otra vida

221 11 4
                                    

Pov: Becky

«Yo soy de quien me cuida. Está claro, mi amor, mi mujer... Si no me queda mucho tiempo al menos déjame ser tuya...»

Susurro al despertar, una cita de Aglow, la castaña siempre me da besos sensuales cuando hago la referencia, pero esta vez me mira directamente.

«Si muero joven, qué más da, fui feliz. Encontré a la mujer de mi vida, la gente afortunada no vive mucho, tanta suerte en una vida tan corta.»

- No cites esa parte – me dice.

- ¿Por qué no?

- Ahí muere la protagonista - responde y se le corta un poco la voz.

- En el libro no dice eso — aclaro.

- Se sobreentiende.

«Promete mi amor que en otra vida haremos lo que en esta no pudimos» y luego dice; «Ella perece - pero su espíritu que es mi espíritu - no perece».

Ahora ella cita, coloco mis manos en sus mejillas, ambas estamos en la cama, gran parte de la noche dormimos de cucharita, pero ahora tenemos la frente y las piernas tocándose entre sí.

Son las siete de la mañana, podría asegurar que nunca había vivido una escena tan romántica en mi vida, porque en definitiva nada le gana a lo de fugitivas en LA después de una noche de sexo idílico a una novela, pero desde hace poco más de un día decidí desistir a hacer afirmaciones rotundas.

Entonces sólo paso uno de mis brazos por la cintura de Freen y la acerco a mi cuerpo tanto que más contacto sería básicamente imposible, y respiro fuerte sobre su cuello haciendo que el aire rebote en su piel y haga revolotear varios mechones de su cabello todo desordenado, respiro hondo.

- Te imaginas ser ancianas y seguir discutiendo citas de libros por la mañana - comento aspirando nuevamente el aroma que desprende su piel

- Fantaseo con eso - responde sin inmutarse, parece que volvió quedar dormida.

Empiezo a notar que su cabello huele exactamente igual a cuando usaba ese shampoo caro de su casa en WeiBull, el olor es suyo en esencia, que maravilla. No puedo evitar recordar esa habitación con la marca de agua de los Chankimha en cada rincón, extraño más las cortas horas que pasaba en el cuarto de Freen que incluso mi propio cuarto, porque todo el tiempo que no estaba pensado en ser novia de Freen me quedaba viendo las paredes y pensando que el dinero no lo es todo, pero a la vez, quien no lo tiene no es nada.

- Pitty te llamó anoche, dijo que andas muy de vaga ¿Trabajas? - vuelve a despertar.

Aprieto más fuerte nuestro excesivo abrazo.

- ¿Tú no?

- No sientes que ellos nos explotan laboralmente y a la vez cumplen su fantasía de tener una hija con la que pudieran coger y hacer el rol de padres al mismo tiempo – Me dice toda adormilada.

- Eso es tan enfermo y exagerado - respondo - Pero pienso exactamente lo mismo... Igual nosotras también los usamos como billeteras andantes a cambio de un trabajo fácil.

- Oh vaya Becky, como me dan ganas de envejecer contigo - me da un beso cerca de la oreja que provoca unas cosquillas de las peligrosas.

- ¿Por favor recuérdame cuando pasé de ser una estudiante de último año a algo parecido a prostituta a medias? - las dos reímos, a veces sin querer tenemos un sutil humor negro.

- Yo creo que desde esa fiesta en tu casa... - comienza a hablar.

- ¿Cuándo llevabas ese vestidito rojo que te veías hermosísima? - la interrumpo, ella asiente - ¿Crees que fui así de fácil?

Prohibido Freen BeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora