# 34 ingenuos abandonados

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Pov: Freen

Kade Punnisa es una puta desquiciada, pienso en cuanto salgo del cuarto.

Me besos, no lo puedo creer... me siento sucia, no por ella porque esta claro que Kade es muy deseable, si no por los años de amistad que hemos vividos.

Toda la noche estuve pensando en lo que paso, y si hiciera una escala de besos, el beso de Kade me gustó mucho más que el Heng por mucho me gusto besar mas a mi mejor amiga que a mi novio, pero claro nada se comparan con los de mi chica de ojos verdes.

Despierto muy temprano evitando la mirada del Kade, me siento un poco incomoda.

Me voy rumbo al garaje por mi auto y entra una llamada de la ojiverde.

F  - Hola
B- ¿Quieres venir y supervisarme en el trabajo? El señor Punnisa es un pesado.
F - Estaba pensando en ti, me paso algo rarísimo.

Escucho como se ríe, y el relinchar de un caballo

B - Tu eres rarísima mi amor, te espero.

Mi corazón da un salto, voy corriendo al estacionamiento para ir directo al centro de animales.

-Buenos días, no vas a saludar a tu querido novio – Aparece Heng entre los autos.

-Hey ¿Qué tal? – saludo como no queriendo.

-Que seca

Tira de mi dándome un beso demasiado fuete, me separo rápidamente.

-Sabes tengo que irme – abro el auto, pero el me toma del brazo.

-Tengo un rato libre Freen – dice en voz baja – Últimamente te siento muy distante.

Baja su cabeza y hace pucheros, siempre que hace esa cara nunca le niego nada, entonces lo abrazo, estoy a punto de caer.

Hasta que de la nada siento su miembro abultado rozando mi abdomen, doy un salto hacia tras golpeándome con el auto, me asusto.

-¿Qué pasa? – me pregunta, un poco alarmado.

-Na...nada, es solo que... - entro al auto rápido – Me tengo que ir

Enciendo el coche, él está muy confundido, pero... simplemente no puedo hacerlo con él, tal vez en algún punto de mi vida su cuerpo era clave para satisfacerlo, pero ya no puedo, no quiero, literalmente le perdí todo su interés a su pene.

Ya no tengo ni una puta razón para seguir con él, y me dan unas ganas intensas de llorar.

-Quiero hablar contigo esta noche Heng – Le digo antes de arrancar, él se queda ahí de pie, confundido, yo estaría igual si esto fuera al revés.

Entonces conduzco y me pongo a pensar en que pasaría si Heng me engañara con un chico, no sé qué haría, porque si fuera con una chica me sitiería aliviada o triste, no lo sé, pero con un chico... Creo que ni siquiera podría sentir celos, seria abrumador, más que engañada tal vez me sentiría usada.

Y Yo lo he usado. Vaya putada.

Becky Armstrong, con sus ojos verdes, cabello largo, cintura sensual, moviendo cubos de heno, hace un segundo descubrí que la masculinidad no es lo mío, pero, Oh vaya.

La chica trae un pantalón holgado, sucio y roto, una camisa sin mangas, el pelo en una coleta, marcando músculos cada vez que levanta cubetas con agua, dios... Creo que jamás tuve una fantasía sexual hasta este momento.

Pero de la nada escucho un relinchar a mi lado, pego un salto, Becky llega y lo aparta de mí.

-Que cobarde, Prim solo te quería saludar.

Prohibido Freen BeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora