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Ese viernes, Betty estaba sentada almorzando sola, como usualmente, cuando Betty y Sweet Pea se sentaron frente a ella.

-Hola -dijo Toni con una sonrisa-

-Hola -Betty los saludó tímidamente-

Sin despegar sus ojos de Sweet Pea por todo el almuezo, Betty terminó de comer al mismo tiempo que las otras dos serpientes.

-¿Vas a seguir viéndome o...?

-¿Por qué estás aquí?

-Porque me agradas -rió-

-No.

-¿No me crees?

-Los dejaré solos -dijo Toni levantándose de su asiento-

Sweet Pea suspiró.

-En serio, Betty.

-Pero...¿No estás molesto conmigo?

-Pasaron nueve años. ¿Vale la penaestar molesto?

Ella aún estaba molesta con su padre. La respuesta en su cabeza era clara.

-No lo sé. Gracias por no estarlo.

Él le dió una pequeña sonrisa.

-Vamos, te acompañaré a tu salón.

Juntos, caminaron al salón de matemáticas, Betty se despidio de Sweet Pea y entró al salón en donde solamente Jughead estaba sentado mirando su celular.

-Seguimos encontrándonos ¿Ah, Cooper?

-Cierra la boca -suspiró sentandose en el fonde del salón-

Jughead volteó a verla.

-¿Cómo conoces a mi hermana?

-No voy a hablar contigo, Jones. Puedes darte vuelta.

Él rodó los ojos volviendo a mirar su teléfono.

-Solo quería saber. Mi hermana no me habla ¿Sabes? -dijo dándole la espalda-

Betty respiró profundo.

-No quiero quedar en medio de ustedes.

-¿Puedes al menos decirme si ella está bien? Él otro día mamá estaba...

-Lo sé -dijo preocupada- ella suele hacer eso. Y su novio también. Él las golpea y Jellybean suele venir a mi trailer cuando empiezan a discutir para no salir lastimada. Su madre lo sabe.

Jughead se frotó la cara con ambas manos, sintiendo una desesperación profunda.

-Mierda, es mi culpa -murmuró-

-Pues...sí.

-Betty, se que no te agrado, pero necesito saber más. Necesito hacer algo.

-Jones, si yo te cuento y tu no haces nada o intentas hacer algo y lo empeoras, habre traicionado a Jellybean. Jellybean es como mi hermana, y desde que ella y tu madre me conocieron no hicieron nada más que ayudarme.

El ojiazul suspiró.

-Además...no es mi lugar. Yo no debería ser quien te cuente. Debería ser JB.

Jughead asintió.

-Pero no quiere ni verme.

-Ese ya es tu problema.

Él se resignó, aceptando que Betty no iba a cooperar más a su favor. Y teniendo en cuenta cuanto lo odiaba, tenia suere de que le haya contado algo.

Betty tomó su teléfono al recibir un mensaje, el cual respondió mientras todos entraban al salón.

Toni🖤

¿Me prestas tus botas negras
hoy?

Quiero intentar algo con una
chica que es mucho más alta que yo.

Te las presto pero tu me
dejas irme a la hora que yo
quiera

Eres tan aburrida

Será divertido, lo prometo.

Las horas pasaron, y Betty se despidió de su madre para subir al auto de Sweet Pea. Él condujo por el lado sur, cruzando las vias y hasta la casa de Reggie Mantle.

Betty bajó del auto y tomó la mano de Toni. Su vestido negro estaba casi completamente cubierto por su chaqueta de las Serpientes Sureñas. Juntos caminaron dentro y tomaron tres botellas de cerveza para sentarse los tres en el patio trasero, donde otras serpientes estaban.

-Betty -Fangs sonrió- hola.

La rubia lo saludó con un gesto y se sentó entre sus dos amigos.

-¿Ya vieron quien vino? -Joaquín preguntó-

-¿El idiota de Jughead Jones? -Sweet Pea rió-

-Dios, lo detesto -Betty gruñó mirandolo a lo lejos-

-Si pudiera de bajaría los dientes de un solo golpe -su amiga agregó-

-¿Por qué lo odian tanto? ¿No es una serpiente como ustedes? -preguntó una chica, sentándose con ellos-

Fangs rió mirandola.

-Dejamos de respetarlos a él y a su padre cuando abandonaron a Gladys y Jellybean. Son unos idiotas.

Betty sintió como Toni le toco el hombro, y volteó la cabeza para verla.

-¿Bailamos?

King of rock 'n rollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora