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La clase de matemáticas terminó, y con Jughead Jones a su lado, el profesor detuvo a Betty en su camino a la salida.

-Cooper. Un segundo.

Betty se detuvo y los miró a ambos intentando descifrar qué sucedía.

-¿Estoy en problemas?

-No. Por el contrario. Tu compañero aquí -volteó un momento a ver al pelinegro que no parecía entusiasmado en lo absoluto con la situación- necesita ayuda. Está algo atrasado con la materia y ya que tienes la mejor calificación de mi clase...

-No quiere que sea su tutora ¿O sí?

El hombre ladeó la cabeza con algo de duda.

-Es exactamente lo que quiero. ¿Puedes hacerlo?

Betty respiro profundo. Debía tener excelentes notas si quería entrar a una buena universidad, y eso se vería bien en su perfil. Y el simple hecho de poder burlarse de lo éstupido que era Jughead se sentía atractivo.

-Está bien. Claro.

-Genial. Gracias. Pueden usar mi salón luego de clase o en la mañana temprano. También en el almuerzo, pero dudo que...

-Gracias -Jughead lo interrumpió- lo arreglaremos.

El hombre se fue, dejándolos solos.

-¿En el almuerzo? -Betty preguntó-

Jughead solo asintió con la cabeza, aún algo negado con la idea.

-¿Podemos comenzar mañana? Realmente no tengo ganas.

-Bien -ella suspiró- pero no me dejes plantada.

Jughead rió por lo bajo.

-¿Tienes traumitas con que lo hagan?

Dios, ella quería tomarlo del cabello y estampar su cara contra el suelo.

-Te veré mañana, Jones.

Él no respondió, solo salió del salón.

Betty se dirigió a la cafetería y se sentó con sus amigos. Sweet Pea y Toni discutían sobre alguna estupidez y ella miraba su comida, completamente alejada de la realidad.

Una voz la trajo de vuelta.

-...¿Betts?

Betty miró a Toni, saliendo del transe.

-¿Qué?

-Me estabas oyendo.

-No. Lo siento.

-Te pregunte si estabas bien. Casi ni te vimos luego de la fiesta. ¿A qué hora volviste a tu casa? ¿Tu mamá fue por tí?

Ella simplemente asintió, avergonzada por lo que realmente había sucedido. Se había subido al auto del enemigo actual. Las personas culpables del sufrimiento de aquella pequeña serpiente que tuvieron que adoptar como hermana menor al encontrarla llorando en un callejón a los nueve años, asustada y perdida.

-Jamás volverás a estar sola -Betty prometió-

Con los años, todos en la pandilla comenzaron a odiar a Jughead y FP Jones por lo que habían causado. Y Jellybean, quien solía defenderlos, terminó rindiendose. Aceptó que ellos jamás volverían y que ya no eran su familia. Terminó de aceptarlo cuando se dio cuenta de que los problemas que su madre tenía con el alcohol eran culpa de ellos dos.

Si Jellybean -o cualquiera- se enterase de que Betty estaba siquiera cerca de ese chico, miles de preguntas le caerían sobre la cabeza.

Como sea. -pensó- Ni siquiera estaba cerca de Jughead porque le agradaba. Lo odiaba. Quería quitarle esos ojos verdes que por alguna razón no paraban de buscar seducirla. Quería partirle la cabeza.

-Betty, estás rara -Sweet Pea dijo preocupado- ¿Segura que estás bien?

Betty se molestó un poco. Pero apreciaba la preocupación genuina de Sweet Pea.

-Sí. Solo algo cansada. -dijo con una sonrisa honesta-

A tres mesas de distancia, Jughead miraba la interacción de Betty con sus amigos, sentado frente a Archie. El pelirrojo decía algo sobre un juego de fútbol que a Jughead le importaba poco y nada.

-Y...Jughead. ¿Me estás escuchando?

-No.

Archie suspiró, intentando no mandarlo a la mierda. Extrañaba a su amigo, pero no esperaba que el se haya convertido en una persona tan dificil de tratar. Parecía un niño malcriado.

El pelirrojo volteó siguiendo la mirada de Jughead hasta la rubia de ojos verdes.

-Ya veo. Eres tan obvio.

-¿Qué?

-Te gusta Betty.

Jughead rió.

-No tienes idea. La detesto. Se cree tan superior.

-Me recuerda a alguien.

Jughead rodó los ojos.

-No me creo superior.

-Jughead, crees que eres mejor que todos.

-No lo creo, lo sé. Es muy distinto.

Archie suspiró.

-Solo invitala a salir.

-¿Qué? -rió- ¿Por qué alguien querría salir con ella? Está enferma. Es hermosa. Es realmente hermosa. Pero está mal de la cabeza.

-Betty no está mal de la cabeza.

Jughead volteo su cabeza para mirar a su amigo. Una carcajada que sono como una simple exhalación se le escapó.

-A tí te gusta Betty.

-Sí -dijo sin problema- Me gustaba. Pero Betty no hace eso.

-¿Qué cosa?

-Estar en pareja. Enamorarse de alguien. Casi nunca duerme con el mismo chico más de una vez. Ni siquiera se si alguna vez lo hizo.

Jughead rió de nuevo. Claro que Betty era de esas.

-Tiene tanto sentido.

King of rock 'n rollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora