King of rock 'n roll

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Jughead despertó en medio de la noche. Se acomdó sobre su hombro para acariciar el cabello de su novia, creyendo que ella dormía.

-Juggie -ella dijo volteando a verlo- ¿Qué haces despierto-

-¿Te desperté?

Ella negó, acercándose a abrazarlo.

-No puedo dormir. Estoy muy feliz.

Jughead sonrió y besó sus labios mientras intentaba ocultar su sonrisa.

-¿Tú? ¿Por qué no duermes?

-Es algo dificil volver a dormir en casa. Es extraño.

-Lo imagino. ¿Qué puedo hacer?

-Lo que estás haciendo esta bien -dijo cerrando los ojos al sentir sus caricias suaves en su brazo- Te extrañé tanto. No quiero separarme de tí nunca más.

-Yo menos -coincidió- Quiero tenerte cerca.

Él asintió y besó sus labios.

-Jug -susurró sin separarse mucho- Quiero tenerte cerca.

Sin dudar, él volvió a juntar sus labios y la acercó más, tomándola de la cintura.

Se separaron del apasionado beso cuando se quedaron sin aire. Betty tiró de su camiseta haciendolo ponerse sobre ella y volver a besarla casi instantaneamente.

-Jughead -jadeó-

Él sonrió en medio del beso y acarició su cintura subiendo la camiseta negra que tenia puesta hasta quitarla. Al hacerlo, comenzó a bajar sus besos por el cuello de la rubia hasta llegar a su pecho. Ella sintió como su piel se erizó cuando la lengua de Jughead recorrió un camino desde su abdomen hasta su cuello, en donde dejó húmedos besos y mordidas antes de volver a besar sus labios.

-Jug -jadeó, una vez más, esta vez algo desesperada- Por favor.

-¿Por favor qué, preciosa?

-Juggie -se quejó tirando de su pantalon elastizado-

Jughead rió volviendo a besarla, pero esta vez Betty se separó, empujandolo al colchón.

-Si tú no vas a apurarte-

Sin dejarla terminar la oración, él la tomó por sorpresa poniendola de nuevo debajo suyo, atrapandola bajo el peso de su cuerpo. Betty sintió la erección de su novio contra su pierna, a través de la ropa.

-Oh, no, bonita. Ni lo pienses. Estoy demasiado desesperado como para dejar que controles las cosas.

-Si estás tan desesperado -dijo enojada- Fóllame rápido.

-¿Rápido? -preguntó acariciando su mejilla con una pequeña sonrisa-

-Sí, Jughead -se quejó- hazlo ya, por favor. Te necesito.

Jughead disfrutó por un momento de oirla tan desesperada por tenerlo dentro suyo, pero luego recordó su propia desesperación y no pudo seguir torrturandola por más tiempo.

Rápidamente se deshicieron del resto de ropa y él, mordisqueando su clavícula, metió un dedo dentro de ella. Betty jadeó y un pequeño gemido se le escapó al sentir el segundo.

-Bebé -Jughead susurró- Si no haces silencio...

-Lo siento -dijo con la respiración acelerada- Lo siento.

Él besó su mejilla y apoyó su frente sobre la de ella.

-Tranquila, hermosa. Si quieres gemir, muérdeme.

-¿Seguro?

-Seguro.

-¿Y si te lastimo?

Ante aquella pregunta, su novio le dio una sonrisa incrédula.

-¿Alguna vez eso me molestó?

Ella rió y se acercó a besar sus labios, ahogando un gemido en su boca cuando sintio los dedos de Jughead moverse dentro suyo mientras su pulgar jugaba en su clitoris, presionando movimientos circulares.

-Fóllame-jadeó- por favor fóllame.

Tras pensarlo un segundo, Jughead abrió un condón con rapidez y lo colocó antes de enterrarse completamente de una sola vez dentro de su novia. Ella mordió su hombro.

-Dios, Betty.

-Jug -dijo con desesperación-

Al sentirlo comenzando a moverse lentamente, Betty no pudo evitar sonreír en excitación. Realmente lo había extrañado.

-Oh, Jughead.

Procesivamente comenzó a aumentar su velocidad y la profundidad de sus embestidas, mientras la rubia gemía en voz baja en su oido, incentivandolo a ir aún más rapido.

Sabía que a ella le gustaba que no sea gentil. Pero la amaba tanto que en medio, tenía que tomar pequeñas pausas para besarla con suavidad, recordándole que realmente la ama.

-Más -Betty jadeó en su oido-

-¿Más?

-Más fuerte -dijo arañando su espalda-

Jughead sonrió y sorprendiendola como nunca, comenzó a embestir de una manera que jamás lo había hecho. No se detuvo en ningún momento hasta que los dos, por separado, llegaron al orgasmo.

Dejándose caer junto a ella, Jughead respiró profundo.

-Gracias -Betty susurró-

-Te amo, preciosa.

Ella sonrió recuperando el aliento.

-Lo sé. Yo te amo a tí.