Eran las doce de la noche.
Betty estaba sentada en un sofá en el piso trasero. La música comenzaba a aturdirla y la gente dentro gritaba las letras de las canciones tan fuerte que era alarmante.
Sweet Pea estaba dentro, con las otras serpientes, y Toni bailaba con Cheryl Blossom.
Bien por ella.
La rubia bebió un sorbo de cerveza y sintió alguien sentandose a su lado.
-Dios, Jones. Déjame en paz.
- Necesito sentarme -dijo dejando su vaso- veo borroso.
Betty suspiró.
-¿Oyes eso? ¿O esta en mi cabeza?
Una sirena iba acercándose poco a poco. El sonido se intensificó en la puerta de la casa.
-Mierda.
Al mirar dentro de la casa, los dos vieron como sus amigos, desesperados intentaban huir.
-Que idiotas -Betty suspiró-
-Cooper. Siempre nos encontramos bajo las mismas circunstancias -un oficial de policía se paró frente a ellos- voy a necesitar ver sus identificaciones.
Jughead, demasiado ebrio para pensar, sacó el carnet de su bolsillo, al igual que Betty.
-Jones está ebrio -Betty afirmó-
-¿Y tú puedes pararte sobre un pie?
-No quiero ni intentar.
-Vamos, van a tener que acompañarme.
Mientras muchos adolescentes fueron llevados a sus casas, a muchos los llevaron a la comisaría, para esperar a que los vayan a buscar.
Betty, Jughead y otros cinco chicos estaban sentados en un banco, uno al lado del otro, esperando que sus padres los busquen.
Un largo rato pasó, y solo quedaban ellos dos.
-¿Por qué aún no vinieron por tí?
-Mi padre me está enseñando una lección porque huí de casa para ir a esa fiesta, supongo-dijo con los ojos cerrados, reposando su cabeza en la pared- tú?
-Mi mamá sale de trabajar en una hora.
-¿Y por qué no sale ahora y viene por tí?
-Porque si hace eso no le pagan, idiota.
-Que aburrido.
-Algunos debemos ganarnos lo que tenemos -dijo enojada-
-¿Por eso me odias? -rió engreido- porque crees que no me gané lo que tengo.
-Te odio por muchas razones.
-Una de ellas es que te enoja lo mucho que te atraigo.
-Dios, cierra la boca. No te tocaría ni con un palo.
Jughead rió.
-Te gusto mucho.
-¿Acaso eres idiota?
-Se te nota.
-Escuchame, Jughead -dijo mirandolo con enojo- No se porqué estás tan seguro de que quiero acostarme contigo, pero tienes millones de opciones más. Y hay chicas que realmente quieren hacerlo. Ve a molestarlas a ellas.
Jughead no rompió el contacto visual, mirandola desde arriba. Cruzó los brazos y vio como los ojos verdes de Betty bajaban poco a poco.
Al darse cuenta, la rubia volteo, dejando de mirarlo.
-¿Qué pasa, Cooper?
-Me hartaste.
Él rió acercandose levemente.
-¿Por qué me estabas mirando los labios?
Ella lo miró con enojo.
-No lo hice.
-Betty, sabes que mientes...
-Cállate.
-¿En serio me vas a decir que no te gusto ni un poco?
Betty suspiró. Volteó a verlo, sus rostros quedaron a centimetros.
-¿Qué quieres de mi, Jones?
-¿No es un poco obvio? -murmuró-
Ella se puso realmente nerviosa.
Comenzaron a acercarse poco a poco. Ella estaba por dar el primer paso cuando un oficial de policía entró a aquel pasillo.
-Jones, tu padre está en la puerta.
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King of rock 'n roll
Ficção AdolescenteJughead Jones, la estrella de rock del momento, causa la separación de su banda al cometer un grave error que cambió el rumbo de su alocada vida, causando su regreso a su ciudad natal, Riverdale, en donde se reencontrará con Betty Cooper, una chica...