King of rock 'n roll

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-Estas loca.

-Pero-

-Elizabeth.

-Y si-

-No.

-Quizá-

-No.

-¡Mamá!

-Ya te dije que no. No es no. ¿Ir a dos fiestas en una sola noche? ¿Cuántos años tienes? No.

Betty gruñó enojada y entró a su habitación lanzandose a la cama dramáticamente.

Alice suspiró mirando a Jughead.

-¿Puedes hacerla entrar en razón?

-Claro que sí. Yo le dije que era mala idea.

-¡DEJEN DE HABLAR DE MÍ COMO SI NO LOS OYERA!

La mayor rió volviendo a concentrarse en la cacerola de verduras que estaba cocinando.

-¿Te quedarás a dormir?

-No quiero molestar, puedo volver a casa.

-Jamás molestas, Jughead. Me gusta tenerte en casa.

Él sonrió.

-Gracias.

-Ahora por favor ve a hacer que Betty deje de dramatizar.

Jughead rió asintiendo con la cabeza y entró a la habitación de Betty, cerrando la puerta detrás suyo.

-¿Qué pasa, bonita?

La rubia respondió con un quejido molesto y enojado, él se acostó a su lado, abrazándola aunque ella permaneció en la misma posición, enojada.

-¿Qué, bebita?

Betty, sin decir nada, ni cambiar la expresión de molestia en su rostro, se acercó a Jughead, acurrucandose contra su pecho.

-¿No quieres hablar?

Al solo obtener una pequeña negación con la cabeza de parte de Betty, el pelinegro besó su frente y comenzó a acariciar su cabello con delicadeza, oyendo como lentamente la respiración de Betty se tranquilizaba.

Luego de un rato, ella habló.

-No quiero tener que elegir -dijo en voz baja- Entre tú y mis amigos. No quiero que ninguno se sienta mal.

-Oh, princesa...No voy a sentirme mal si eliges ir con ellos.

-Jughead, hace tan solo un rato estabas lloriqueando porque estas celoso de Sweet Pea.

-Oye, no lloriquee.

Betty sonrió acariciando su mejilla.

-No, pero se que si elijo ir con ellos, tu vas a sentir que lo estoy eligiendo a él.

-Betts-

Betty soltó un quejido agudo y lo empujó lejos de ella, volteando para darle la espalda.

-Preciosa -dijo en una pequeña carcajada-

-No.

-¿Bebé?

-Bueno -cedió volviendo a acercarse-

-No me importa si eliges ir con ellos. Se que te gustaría poder hacer ambas cosas.

-Sí -bufó-

-Pero no tiene sentido y vas a terminar agotada.

Ella rodó los ojos.

-Bueno.

-Tienes tiempo para decidir qué hacer.

-Bueno -dijo abrazándolo- ¿Te vas a quedar a dormir?

-Sí. Tu mamá está cocinando lo que parece que va a ser la comida más deliciosa que probé en mi vida. No voy a dejar todo para tí.

Betty rió y se acercó a besar sus labios.

-¿Todo el tiempo haces estos berrinches de niñita o solo cuando se trata de mí? -pregunto acariciando su mejilla con una pequela sonrisa-

-Cierra la boca