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-Muchacho -FP llamó la atención de su hijo- ¿Qué tal la escuela?

Jughead suspiró sentandose en la mesada, mientras su padre cocinaba.

-Bien.

-¿Bien?

-Me va bien en matemáticas.

-Sí, ya no me preocupa eso. Se que Betty te asesina si repruebas matemáticas. Hablo de...el resto. ¿Cómo te sientes?

-Oh.

Oh.

El Jones menos respiró profundo pensnado en su respuesta. Sí: se sentía mejor. Pero también:

¿Solo se sentía mejor porque Betty estaba cerca? ¿O realmente había mejorado?

-No lo sé. Creo que estoy bien.

-Me alegra oir eso, campeón. Y si en algun momento ya no te sientes bien, quiero que me lo digas. Estamos aquí para que estés mejor.

Jughead asintió con la cabeza.

-Gracias, papá.

-Sí. Ve a decirle a tu hermana que venga a ayudarme con la cena.

-Okay. Odio a ese chico.

-Yo igual.

-¿Y qué cree que hace saliendo con chicos? Es una niña.

-Eso mismo dije yo y su madre casi me asesina.

-Lo sé, no se que les pasa.

-Yo tampoco. Y si ese chico le hace algo-

-Yo puedo matarlo. No me tiembla el pulso.

-Somos dos.

-¿De qué hablan? -Jellybean entró a la cocina con una sonrisa en su rostro-

Los dos pelinegros se miraron por unos segundos.

-De Betty -Jughead respondió- iré a ver si ya termino de hablar con su mamá.

Prácticamente huyendo, Jughead subio las escaleras hasta su cuarto. Antes de pasar la puerta, oyó a Betty llorando en el teléfono.

-Pero mamá -sollozó- quiero ir a casa contigo.

Ella sonaba destruida.

-Extraño a Polly, no me gusta estar lejos de casa -dijo en un hilo de voz- Sí, se que hablaste con Gladys pero no me importa, yo quiero volver a casa.

Un pequeño silencio intrigó a Jughead.

-Okay -la rubia aceptó en voz baja- ¿Lo prometes? B-Bien...También te amo. Adiós.

Tras respirar profundo un par de veces intentando ocultar el malestar que le generó oir a Betty hablar de esa manera, Jughead entró a su habitación.

-Hola, bebé -dijo con cuidado, en un tono dulce y suave- ¿Qué tal?

-Mamá dice que puedo ir a cssa mañana luego de clase -afirmó con debilidad- Juggie ¿Me abrazas?

-Claro que sí, preciosa.

Acostandose a su lado, Jughead la acercó entre sus brazos, dandole el espacionpara apoyarse en su pecho. Allí, comenzo a sentir las lagrimas humedecer su camiseta.

-¿Qué pasa, bebita?

-Me siento tan perdida -murmuró- Polly era mi hermana mayor, era...ella era todo. Jamás estuve sola porque ella siempre estuvo conmigo. Cuando mamá se enfermaba, cuando papá se fue, cuando me sentía mal o necesitaba algo ella siempre estuvo ahí. No se cómo vivir sin tenerla cerca. La necesito tanto, Jug. Quiero...quiero contarle tantas cosas.

-¿Qué te gustaría contarle? -preguntó en voz baja, acariciando su mejilla-

Ella se secó las lagrimas pensando.

-Quisiera contarle que papá apareció. Que tengo mucho miedo de que vuelva a aparecer porque él me genera cosas horribles. Quisiera contarle que mamá necesita ayuda, y que no se qué hacer para ayudarla, porque ella jamás me dejó hacerlo.

Deteniendose un segundo, Betty tomó la mano del ojiazul y besó su mejilla.

-Me gustaría contarle que el chico que más odiaba hace unas semanas resultó ser la persona que más me entiende. Y que lo quiero muchísimo pero no sé cómo decírselo porque soy pésima con las palabras y solo se ser sarcástica con él.

Jughead sonrió y levantó su rostro.

-Eso es adorable.

Betty negó con la cabeza acercándose a besar sus labios.

-Lo siento, Jug. Realmente te quiero. Y quiero que sepas que te quiero pero detesto decirlo. No se porqué.

-Porque tienes miedo de que cuando lo digas, yo no lo diga de vuelta.

-Oh...

-Betty -Jughead acarició su cabello- Yo te entiendo tan bien que a veces me asusta. Puedes ser sincera conmigo.

King of rock 'n rollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora