King of rock 'n roll

46

A la mañana siguiente, Betty despertó sintiendo alguien acostandose junto a ella a abrazarla.

-Juggie -dijo despertando, mientras volteaba a abrazarlo-

-Buenos días, princesa.

-Iugh.

-Buenos días, apestosa. Tu mamá me dejó entrar.

-Mi mamá te ama.

-Todos me aman.

-Cierra la boca si no quieres que te la cierre de un golpe.

Jughead rió, acercándose a besar sus labios.

-Te extrañé. A ti y al mal aliento que tienes cuando despiertas.

-Realmente sabes como halagar a una chica -la rubia respondió acariciando su mejilla-

-Sí, por eso tengo tantas.

-Sal de mi cama.

-Bromeo. Por favor no dejes de abrazarme.

Betty sonrió y volvió a besarlo.

-¿Vamos a desayunar?

-Planeaba abrazarte todo el día y faltar a clase.

-Oh, realmente me gusta ese plan -dijo cerrando los ojos mientras se acurrucaba en su pecho-

-A mi no -Alice afirmó mientras entraba a la habitación- Vamos, vamos. Arriba. Ya me voy a trabajar y no quiero que faltes a clase.

Betty bufó sentándose en la cama.

-¿Ya te vas?

-Sí. Adiós, cariño.

-Adiós, te amo.

-Yo a tí. Adios, Jughead.

-Adiós.

Cuando la mujer se fue, Betty besó la cabeza del ojiverde acomodando su cabello.

-¿Quieres que nos quedemos un rato más aquí y vayamos a clase sin desayunar?

-Sí. Pero debes comer.

-Pero quiero que me abraces -se quejó-

-Okay, qué te parece si no nos levantamos aún, y en el camino te compro una dona.

-Me parece perfecto -asintió volviendo a meterse en la cama- abrazo.

Jughead la rodeó con sus brazos y besó su frente.

-Bebé...sobre lo que dije anoche...No...Lo siento, estaba cansado y te extrañaba y no quise lanzar esa bomba como si no fuera nada, solo-

-Está bien, Jug. Todos a veces decimos cosas que no sentimos.

Él la miró por unos segundos.

-No...No dije que no lo sentía.

-Oh.

Betty miró profundamente a los ojos del pelinegro. ¿Hablaba en serio?

-L-Lo siento. Si es demasiado...

-No, no lo es. Solo-

-Solo no sientes lo mismo.

-No lo se, Juggie. No lo pensé, no-

-Yo tampoco lo pensé, solo dije lo que sentía en el momento exacto en el que lo sentí. Pero esta bien si no sientes lo mismo. No es nada. No importa.

-¿No es nada?

-Solo quiero decir que-

-No, si no es nada ¿Por qué me lo dices?

Jughead respiró profundo.

-No quiero que te sientas presionada a decirme algo que no sientes. Te amo, Betty. Realmente te amo. Pero si no te sientes igual aún...eso está bien. No voy a enojarme.

Betty se acercó a abrazarlo y suspiró mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

-Lo siento, Juggie.

-Oh, princesa, no tienes porqué decir eso.

-Yo...yo no creí que esto iba a pasar.

-¿Qué cosa?

-Esto.

-¿Que te ame?

Ella asintió.

-¿Por qué no, preciosa?

-Es que...no lo sé. No merezco que alguien como tú me ame.

-¿Alguien como yo?

-Jughead, vamos.

-Betty, soy un desastre.

-¿Bromeas, idiota? Eres una estrella de rock. Cada vez que tocas esa estúpida guitarra los ojos se te iluminan. Eres adorable, eres muy delicado cuando la gente es importante para tí, tienes una manera de demostrar afecto muy hermosa y tienes más talento que toda la gente que conozco junta. Además, te pasaron cosas horribles, te hicieron cosas horribles y en vez de rendirte, decidiste que quieres estar mejor. Viniste a Riverdale aunque sabías que tu mamá y Jellybean probablemente no querrían hablarte y cuando llegaste, te ocupaste de volver a ganarte su confianza y demostrarles que realmente las amas. Aunque intentes ocultarlo, realmente te preocupas por los demás y no te gusta ver a otra persona sufrir porque sabes lo feo que es que nadie te ayude.

Tomando una pausa, Betty respiró profundo.

-Y yo soy yo. Mi padre me dejó cuando solo era una niña. Vivo aquí. Soy prácticamente pobre y aparentemente necesito contacto físico constante desde que apareciste. Todo eso encima de que últimamente soy un desastre porque no tengo idea de quien soy y me siento completamente perdida.

Jughead acarició su mejilla.

-¿Terminaste?

-Podría seguir.

-¿Quieres seguir?

-Quiero que pienses si realmente quieres amarme.

Él sonrió con ternura y besó su frente.

-Ven, cierra los ojos -la abrazó- ¿Eso está bien?

-Más fuerte -murmuró-

Abrazándola con más fuerza, continuó.

-Eres la mejor persona que conozco. Mejor que mi papá, mejor que mis amigos, mejor que yo. Amarte es lo mejor que me pasó en...mucho tiempo. No vuelvas a hablar así de tí misma.

-Pero Jug...

-Te amaré incluso si eso significa amarte mientras que encuentras las razones por las que eres digna de amar. ¿Eso te parece bien?

-Eso es lo más hermoso que alguien me dijo en mi vida.

-Tu eres lo más hermoso que existe en mi vida. Yo gano.

-Si conviertes esto en una competencia, sabes que voy a encontrar la manera de ganarte.

-Oh, lo sé -rió- te detesto.