King of rock 'n roll

72

Betty estaba en el sofá con su mamá esa tarde. Cada una leía un libro, mientras Betty estaba recostsda con la cabeza en las piernas de Alice y ella sentada con las piernas cruzadas.

La puerta sonó.

-Ve a ver quien es, cariño.

La menor bufó y se paró, dejando su libro en la mesa para abrir la puerta.

-No. Adiós.

-Espera -Sweet Pea detuvo la puerta que Betty intentó cerrar de un portazo- Quiero disculparme.

-No quiero oirlo. Confié en tí y ahora mi novio está en el hospital.

-Betts -suspiró- Lo siento. Se que estuvo mal, pero-

-Sí. Estuvo muy mal. No quiero verte. Sal de aquí.

-Y si-

-¡No!

Sweet Pea asintió con la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

-Lo siento.

-Ve a sentirlo en otro lado. Adiós.

Cerrando la puerta, Betty suspiró y tomó su teléfono.

Toni.

Sweet Pea te contó lo
que sucedió?

Me dijo que estaba
triste, no me decía
porqué

Me besó.

Jughead nos vio y ahora
está en el hospital porque
tuvo una recaída

Oh, por eso está en el
hospital

Sí.

Lo siento por ignorar tus
mensajes, estaba muy preocupada

No te preocupes, amiga

Entiendo.

Hablaré con Sweet Pea.

¿Quieres que lo golpee?

No, está bien.

No quiero volver a hablar con él

Sabía que no tenía
que confiar en un hombre.

No digas eso.

Confiaste en Jughead y
él resultó ser genial.

Sí, es verdad.

Dejando su teléfono a un lado, Betty volvió a sentarse con su madre.

-Mamá ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro.

-¿Crees que Jughead y yo terminemos juntos para siempre?

Alice sonrió cerrando su libro.

-Cariño -acarició su mejilla- ¿Por qué preguntas eso?

Betty suspiró mirando al suelo.

-Amo a Jughead. Pero no lo sé, me da miedo estar equivocada y...no lo sé, que me deje. O que me haga algo malo.

-Escucha, linda -Alice dijo acercándose a su hija- A veces no podemos estar seguros. No te puedo garantizar que Jughead no va a hacerte nada, o que jamás va a dejarte. Ni siquiera él mismo puede garantizarlo, porque no sabemos cómo serán las cosas en el futuro. Pero ahora mismo; Jughead no te lastimaría por nada del mundo y estoy segura de que tiene mucho miedo de perderte.

-¿En serio crees eso? -preguntó en un hilo de voz-

-Sí. Betty, no todos los hombres son como tu papá. Y creo que tú encontraste uno muy especial, y que te ama incondicionalmente. Disfrutalo en el presente y no pienses tanto en el futuro.

Ella asintió con la cabeza acercándose a abrazarla.

-Gracias, mamá.

-De nada, cariño. Te llevaré a ver a Jughead todas las veces que quieras verlo cuando esté en rehabilitación siempre y cuando lo permitan. Pero mientras tanto, quiero que hasta que salga del hospital, vayas a verlo en la tarde y no faltes más a la escuela para estar con él en el hospital. O luego vas a arrepentirte ¿Si?

-Okay -murmuró-

-Vamos, podemos hacer la cena juntas ¿Quieres?

-Sí -Betty sonrió-