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La puerta del trailer de Betty sonó. Dejando una caricia en la mejilla de Jellybean, quien estaba sentada en una silla con una manta sobre sus hombros, caminó a abrir la puerta.

-Oh. Hola.

-Gracias por llamarnos -dijo FP algo cansado- lo sacamos del trailer. Dudo que vuelva, sinceramente.

-Betty -dijo una voz decepcionada, con subtonos de enojo y tristeza- ¿Lo llamaste a él?

-Mierda -murmuró- Lo siento, Jay. No sabía a quien más llamar.

-¿Cómo tenías su número?

-Jughead y yo vamos a la misma clase.

Jellybean miró a su padre.

-Ya puedes irte.

-De hecho...venia a buscarte. Jughead va a quedarse con tu madre esta noche. Ella se lo pidió. Y yo no voy a quedarme tranquilo si no estoy seguro de que estás bien.

-Me quedaré con Betty.

El hombre suspiró.

-Jellybean -dijo algo tristemente- solo quiero cuidar de tí. Se que no-

-No. No puedes venir y jugar a ser mi padre por un rato porque no te voy a perdonar nunca por irte así. Fue la peor noche de mi vida, llorando mientras te rogaba que te quedes conmigo. Jamás voy a olvidar eso.

-Lo sé. Lo siento. Pero quiero arreglar las cosas. estoy aquí ahora ¿No?

-Si. ¿Y cómo se supone que yo sepa que no vas a volver a hacer lo mismo en cuanto Jughead mejore? Siempre fue él. Y te odio por hacerme odiar a mi hermano. Si tú hubieras sido un buen padre para los dos, yo no me sentiría así, y él no hubiera hecho lo que hizo.

FP solo suspiró.

-Tienes razón. Lo siento. Si quieres llamarme... puedes venir a casa cuando quieras.

Él se estaba volteando para irse. Jellybean rompió en llanto derrumbándose por completo en los brazos de Betty.

FP tuvo que detenerse y voltear un segundo.

Se acercó lentamente y miró a su hija. Levantó lairada hacia los ojos de Betty, que lo miraban con preocupación.

-Creo que él quiere decirte algo -murmuró-

Jellybean miró a su padre sin dejar de llorar.

-¿Puedo abrazarte?

Ella no respondió. Solo se lanzó a sus brazos.

FP la sostuvo con fuerza por primera vez en años.  No la tenía entre sus brazos desde que Jellybean no era más que una niña.

-Papá -sollozó- te fuiste.

-Lo siento, mi amor -murmuró- no me iré de nuevo. Me quedaré aquí.

-No te vayas -dijo en un tono casi inaudible- te necesito.

-Lo sé, pequeña. Estaré aquí. Te amo.

Los ojos de Betty se cristalizaron mientras un nudo se formó en su garganta.

Cerró la puerta de un solo golpe dejando a los Jones afuera y recargandose contra la puerta rompió en llanto.

-Enana -Polly se acercó a abrazarla- tranquila.

-No es justo -sollozó dolorosamente-

-No, no lo es. Pero no lo necesitas. Mírame -dijo tomandola de la mano- tienes a la mejor mamá del universo y a la hermana más cool y hermosa que existe. Papá es un idiota por dejarnos.

Betty asintió con la cabeza secándose las lágrimas.

-Yo soy la hermana más cool -dijo aún con la voz entrecortada- si quieres puedes ser la más hermosa.

-Si, está bien.

Del otro lado de la puerta Jellybean se separaba de su abrazo con FP.

-Quiero ir a mi casa -dijo la rubia en un tono de voz débil- ven conmigo.

-Bien. Vamos.

Ella lo tomó de la mano y caminó hasta su trailer. Lo llevó a su cuarto y sacó un segundo colchón de debajonde su cama.

Se acostaron sin decir nada. Jellybean en su cama y FP en el colchón en el piso.

-No sueltes mi mano -ella murmuró-

-Okay. Tranquila, pequeña. Estaré aquí cuando despiertes.

King of rock 'n rollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora