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Betty camino al auto con su novio. Dentro de este, Gladys, Jellybean y FP los esperaban.

Antes de subir, Jughead detuvo a Betty y besó sus labios suavemente, tomandola por la cintura.

-Te amo -murmuró- Gracias por acompañarme.

-Te acompañaría al fin del mundo, Juggie.

Él sonrió y ella besó sus labios una vez más para subir juntos al auto.

-¿Listos? -FP preguntó, arrancando-

Todos asintieron. El camino fue en silencio. Betty apoyó su cabeza en el hombro del pelinegro mientras tomaba la mano de Jellybean. Él apoyó su cabeza sobre la de Betty, cerrando los ojos.

Al pasar de veinte minutos, llegaron.

Bajaron del auto, y Jughead se despidio de su madre y de su hermana.

-Por favor, vuelve pronto -Jellybean pidió al borde del llanto-

-Volvere antes de lo que te imaginas. Descansa de mí mientras tanto.

Ella sonrió y lo abrazó con fuerza.

Betty lo miró con los ojos cristalizados, parada detrás de Jellybean.

No quería despedirse.

Jughead, intentando no llorar para transmitirle seguridad, se acercó a ella.

-¿Quieres que hablemos un segundo?

Ella asintió con la cabeza. Podía sentir el llanto acumularse en su garganta.

Tomando su mano, Jughead la alejó un poco de su familia.

-Nos veremos todas las semanas.

-Lo sé-dijo en un hilo de voz- Pero me acostumbré a...

Tuvo que detenerse a tomar aire para no llorar.

-Me acostumbré a dormir contigo todas las noches y tenerte cerca todo el tiempo.

Él asintió acariciando su cabello.

-Eres la mejor novia que un chico podría pedir ¿Sabes?

Ella sonrió y una lágrima se deslizó por su mejilla.

-Estaré contigo aunque no esté ahí ¿Si? Pienso en tí todo el tiempo, bebé.

-¿Lo prometes? -murmuró-

-Lo super-prometo. Y aunque no puedas venir, papá me dijo que solo me quitarán mi teléfono la primera semana y luego si me ven bien me lo darán. Entonces podré hablar contigo. Quizá no todo el tiempo pero...algo.

-Quiero que te concentres en tí -dijo secándose las lágrimas- Quiero que estés bien y que salgas de ese lugar lo antes posible.

Jughead asintió tomando su mano.

-Y Juggie...

-Dime, preciosa.

-No te escapes. Por favor ¿Si?

-Claro que no, bebé -susurró, acercándola a un cálido abrazo- Ahora las cosas son distintas. Ahora tengo muchas razones para querer estar vivo.

Betty sonrió mientras lloraba. Jughead estaba mejor. Aún quedaba mucho por hacer, pero oirlo decir esas palabras le generó un enorme alivio.

-Te amo, Jug.

-Yo te amo más.

Aferrándose a él, Betty intentó dejar de llorar, aunque parecía imposible.

-Mi amor -murmuró él- Ya debo irme.

-¿Ya? -sollozó-

-Sí, princesa. Te diré algo.

Ella escuchó con atención.

-Cuando salga, te llevaré en una cita.

-¿En serio?

Él asintió acomodando el cabello dorado.

-Jamás me llevaron en una cita -dijo secándose las lágrimas-

-Perfecto. Seré el primero.

Betty sonrió y se acercó a besar sus labios.

-Y el único -murmuró sin alejarse de él-

Jughead asintió volviendo a besarla. Lo hizo un par de veces más, hasta que vio a su padre a lo lejos, llamándolo.

-Tengo que irme, preciosa.

-Okay -murmuró- Te amo.

-Yo te amo a tí.

-Cuídate, Juggie.

-Lo haré. Adiós, princesa.

-Adiós.

King of rock 'n rollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora