-Vamos, Jughead. Piensa.
-No lo sé -suspiró mordiendo su lápiz- ¿Treinta?
-Muy bien -Betty sonrió-
Jughead escribió en su libreta y la rubia miró el reloj en la pared.
-Oye...¿Qué sucedio anoche? Se que Jellybean se fue con tu padre, pero no pude preguntar mucho más porque...
Se detuvo de inmediato ¿A caso estaba por contarle uno de sus mayores traumas a Jughead? Claro que no.
-¿Por qué?
-No importa. Dime qué pasó.
Él suspiró recorriendo su cabellera negra con una mano.
-Pues...papá sacó al idiota del trailer. Le dio la paliza de su vida y le dijo que jamás vuelva, mamá me pidió que me quede con ella, no dejaba de llorar. Y hoy en la mañana me enteré de que papá y JB estaban ahí. Y hoy en la tarde vamos a hablar.
Betty asintió, procesando todo.
-¿Jellybean estaba enojada contigo?
-¿Tú qué crees?
-No lo sé. Ayer parecía haber perdonado a tu papá. Se que ella es más fuerte que eso, pero también es solo una niña y los quiere.
-¿Crees que nos quiere?
-Claro que los quiere, Jones. ¿Eres idiota?
-Es que entendería que no lo haga.
-Yo no.
Jughead se veía algo confundido. Betty se maldijo a sí misma al oirse hablar. ¿Por qué no podía cerrar la boca?
-¿Por qué no?
-Porque no.
-Betty.
-Cállate.
-Betty, vamos.
-No quiero hablar contigo.
-¿No quieres hablar conmigo? Tú eres la que empezó a hablar conmigo en primer lugar.
-Pero ahora haces preguntas idiotas.
-No es idiota. Quiero saber qué piensas.
-¿Por qué?
-Porque tu opinión es importante. Conoces a mi hermana.
Porque tu opinión es importante para mí.
La rubia suspiró.
-No dejas de amar a alguien cuando te abandona. Solo que ya no es un amor lindo. Es horrible, es frío, solitario y aterrador. Y quieres que ese amor desaparezca pero...pero no se puede.
La mirada de Betty estaba solo en el dibujo que estaba haciendo en el pupitre. Sus ojos con un brillo particular, y una tristeza que jamás había visto en ella.
-¿Cómo...? ¿Cómo lo sabes?
-Mi papá se fue de casa cuando yo era pequeña. No teníamos mucho dinero, porque mamá había tenido que renunciar para cuidar de mí y de mi hermana. Papá se hartó y se fue con una mujer rica de Centerville. No nos saludó, no nos avisó. Nos dejó una nota, pero yo nunca pude volverlo a ver.
-Eso apesta.
-Lo se.
Un largo silencio invadió la habitación, pero no se sentía incómodo. Más bien reconfortante.
-Me gustaría odiarlo -dijo en voz baja- pero es mi papá. Y si él volviera...
-Tú lo perdonarías.
Ella ladeó la cabeza en duda.
-No se si lo perdonaría. Pero lo abrazaría y no lo dejaría irse jamás.
Jughead asintió con la cabeza mirando el dibujo que Betty hacía. Era un hada, pero se veía algo tenebrosa.
-¿Crees que Jellybean se sienta así sobre nosotros?
La rubia negó con la cabeza.
-No. Jellybean jamás va a admitirlo, y a mi me gustaría que no fuera así, pero los necesita. Ella los extrañó demasiado y aún es pequeña, y tiene tiempo para perdonar. Solo no la presionen. Ella tuvo que crecer de golpe, ahora ajústense a sus tiempos.
-Okay.
Betty le dio una pequeña sonrisa. Se veia honesta.
-¿Puedo preguntarte algo? -dijo él, intentando no romper con el ambiente que habian generado-
Ella solo asintió.
-¿Qué cambió?
Betty no esperaba aquella pregunta.
Ni siquiera ella sabía qué había cambiado. Quizá era la mirada en los ojos verdes azulados, o wuizá era el tono se voz con el que le hablaba -distinto al que utilizaba con el resto de gente de la escuela- pero al pensarlo, no estaba segura qué era. Había algo en el Jughead que había logrado conocer que ya no le generaba repulsión ni desagrado. De hecho, queria ayudarlo.
-Nada. Cierra la boca, Jones. -dijo utilizando su usual tono pasivo-agresivo-
Jughead rió en voz baja, al ver el nerviosismo y el cambio instantaneo en el rostro de Betty.
Era adorable.
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King of rock 'n roll
Teen FictionJughead Jones, la estrella de rock del momento, causa la separación de su banda al cometer un grave error que cambió el rumbo de su alocada vida, causando su regreso a su ciudad natal, Riverdale, en donde se reencontrará con Betty Cooper, una chica...