El aire en la habitación se vuelve denso y cargado de tensión cuando Yoongi pronuncia esas palabras. Jimin, que había preguntado con curiosidad, se queda inmóvil, incapaz de articular una respuesta. No esperaba una confesión tan directa, y mucho menos de alguien como Yoongi, a quien siempre había visto como reservado y difícil de leer.
Jimin baja la mirada al suelo, sintiendo un torbellino de emociones que lo abruman. Su corazón late con fuerza en su pecho, y de repente, el libro que tenía en sus manos parece un refugio adecuado para escapar de la intensidad del momento. Las palabras de Yoongi resuenan en su mente, cada una de ellas impregnada de un significado que Jimin aún no logra comprender del todo.
El silencio entre ellos se alarga, pero no es incómodo. Es un silencio lleno de posibilidades, de lo no dicho, de lo que está por descubrirse. Jimin levanta la vista lentamente, encontrando la mirada de Yoongi. Sus ojos oscuros están fijos en él, con una mezcla de vulnerabilidad y determinación que Jimin nunca había visto antes.
Ambos permanecen en ese estado, sin saber qué decir o hacer a continuación, pero conscientes de que algo ha cambiado entre ellos. Las palabras de Yoongi han abierto una puerta que ninguno de los dos estaba seguro de querer cruzar, pero que ahora se siente inevitable.
El silencio se vuelve insoportable para Jimin, quien, todavía aturdido por la confesión de Yoongi, siente la necesidad de cortar el momento antes de que se vuelva aún más intenso. Se arma de valor y, con una voz que intenta sonar firme, aunque con un leve temblor, responde:
—No te hagas ilusiones, Yoongi. —lo vio. — Nunca voy a amarte.
Sus palabras son duras, más de lo que Jimin pretendía, pero sabe que necesita dejar las cosas claras antes de que se salgan de control. Mantiene la mirada en Yoongi, esperando una reacción, quizá una señal de dolor o arrepentimiento. Sin embargo, lo que recibe lo deja desconcertado.
Yoongi no aparta los ojos de él, y en lugar de mostrar tristeza o decepción, esboza una ligera sonrisa, llena de una extraña tranquilidad.
—Eso ya no me importa —responde Yoongi con una voz suave pero decidida.
Jimin siente un escalofrío recorrer su cuerpo ante la serenidad de Yoongi. Esperaba que sus palabras lo hirieran, que lo alejaran, pero en lugar de eso, parece que Yoongi ya había hecho las paces con esa posibilidad mucho antes de esta conversación. La calma en su tono, la manera en que acepta el rechazo sin vacilar, solo aumenta la confusión en la mente de Jimin.
Yoongi se levanta de su asiento, acercándose a la ventana. Mira hacia afuera, como si buscara una respuesta en el horizonte.
—Amar a alguien no siempre significa esperar algo a cambio, Jimin, yo elegí amarte, y esa es mi decisión. —hablo. —No espero que cambies lo que sientes, solo quería que lo supieras de igual forma estás atado a mí por nuestro matrimonio.
Jimin lo observa, sin saber cómo responder. Las palabras de Yoongi no son las de alguien derrotado, sino las de alguien que ha encontrado paz en su propio corazón, independientemente de lo que el futuro les depare. Y eso, de alguna manera, perturba más a Jimin que cualquier otra cosa.
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Love me like you hate me [Y.M][✓]
FanfictionLos quince años es la edad perfecta en dónde toda doncella es presentada ante la reina para que está le busque un marido. ¿Pero? ¿Qué pasaría cuánto en una presentación es presentado un doncel siendo este él más codiciado y único hombre? ✓Historia Y...