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Yoongi y Jimin se encontraban de pie a un lado de la habitación, observando en silencio cómo los sirvientes alistaban cada detalle para la ceremonia ancestral. La habitación, que siempre había sido un espacio neutral para ellos, se transformaba poco a poco en el escenario de uno de los momentos más importantes e íntimos de sus vidas. Los muebles habían sido retirados, dejando en el centro de la habitación una cama imponente, adornada con cortinas pesadas y elegantes, que pronto se cerrarían a su alrededor para proteger su privacidad.

Las sábanas, de un blanco inmaculado, ya estaban perfectamente colocadas sobre el colchón, el símbolo final de la ceremonia que aguardaba la "prueba" que los nobles tanto esperaban. Cada detalle, desde los candelabros hasta las flores discretas en las esquinas de la habitación, parecía cuidadosamente pensado para resaltar la solemnidad del evento.

Yoongi notó cómo Jimin apretaba ligeramente sus manos, como intentando liberar la tensión que sentía al ver aquellos preparativos. Sin decir una palabra, le dio un pequeño apretón en el hombro, un gesto silencioso para recordarle que no estaba solo. Ambos compartieron una breve mirada, entendiendo mutuamente la mezcla de nervios y expectativa que compartían.

En ese momento, las palabras sobraban.

El ambiente se llenó de un silencio tenso mientras los sirvientes continuaban con los preparativos. Jimin observaba cómo colocaban los últimos detalles, cada movimiento meticuloso parecía acentuar su ansiedad. A pesar de estar rodeados de personas, se sentía más solo que nunca, atrapado entre sus pensamientos sobre lo que estaba por venir.

Yoongi, percibiendo la inquietud de Jimin, decidió romper el silencio.

—¿Te sientes bien? —Con voz suave, preguntó.

—No estoy seguro... Solo me parece todo tan real ahora. —Jimin, un poco sorprendido por la pregunta, se volvió hacia él y, después de una pausa, respondió. —Cuando habíamos hablado antes, parecía más distante, pero ver la cama y todo esto... me asusta un poco.

Yoongi asintió, entendiendo completamente lo que Jimin estaba sintiendo. Sin pensarlo, se acercó un poco más y le tomó la mano, entrelazando sus dedos en un gesto de apoyo.

—Es normal tener miedo. —dijo con sinceridad. —Pero recuerda, esto es algo que hacemos juntos. No tienes que enfrentar esto solo.

Jimin apretó la mano de Yoongi con gratitud, sintiendo un poco de alivio en medio de su nerviosismo. La conexión entre ellos era palpable, un hilo que los mantenía unidos a pesar de la presión que ambos sentían.

Un sirviente se acercó para informarles que todo estaba listo. Jimin sintió que su corazón latía con más fuerza, y se volvió hacia Yoongi, buscando un último destello de confianza en su mirada.

—Yoongi, ¿Qué pasa si... si no puedo hacerlo? —preguntó, la preocupación evidente en su voz.

—Lo haremos a nuestro ritmo. —Yoongi lo miró a los ojos, su expresión fue firme y reconfortante. —Si necesitas detenerte o si no te sientes listo, solo dímelo. —sonrió. —No hay prisa, Jimin; lo más importante es que te sientas seguro.

Las palabras de Yoongi lo tranquilizaron un poco más, y aunque el miedo seguía presente, había un pequeño destello de esperanza en su interior. Juntos, se prepararon para afrontar lo que estaba por venir, decididos a hacerlo como un equipo.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora