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Jimin se quedó en silencio, las lágrimas brillando en sus ojos. Nunca imaginó que el acto de consumar su matrimonio podría resultar tan abrumador y doloroso.

—Está bien sentirse así. —le limpio con cuidado las lágrimas. —Esto es nuevo para ambos, y lo que importa es que estemos juntos. —Sonrió. —No hay prisa, podemos tomarnos nuestro tiempo.

Estas palabras resonaron en el corazón de Jimin. Se sintió reconfortado al saber que no estaba solo en su ansiedad. Su pareja lo miraba con ternura y comprensión, creando un espacio seguro donde podía expresar sus miedos. Con cada latido, Jimin se dio cuenta de que el amor no solo era pasión, sino también apoyo y empatía.

La tensión en el aire era palpable. Jimin miraba a Yoongi, sintiendo cómo su corazón latía más rápido ante la cercanía de ambos.

—¿Por qué no te mueves? —le preguntó Jimin, su voz temblando ligeramente.

—Debes acostumbrarte a tener algo dentro tuyo. —respondió Yoongi con una serenidad que contrastaba con la confusión de Jimin.

Su mirada era calmada, pero había una chispa de complicidad que hizo que Jimin sintiera un escalofrío.

—Entiendo. —susurró Jimin, intentando hacer frente a la mezcla de emociones que lo invadían.

—Cuando te sientas listo, me dices para moverme. —habló Yoongi, su voz suave como un susurro en la noche.

Había algo en su tono que transmitía confianza y cuidado, como si supiera que el momento era importante para ambos.

Jimin tomó una respiración profunda, sintiendo la calidez del cuerpo de Yoongi junto al suyo. En ese instante, la ansiedad comenzó a desvanecerse, reemplazada por una sensación de seguridad. Miró a Yoongi a los ojos, buscando la aprobación y la conexión que siempre había sentido entre ellos.

—Me siento un poco nervioso. —admitió Jimin, su sinceridad llenando el espacio entre ellos.

—Es normal sentirse así. —dijo Yoongi, acercándose un poco más. —No hay prisa, lo importante es que estés cómodo yo estoy aquí contigo.

Las palabras de Yoongi resonaron en el corazón de Jimin. La vulnerabilidad que ambos compartían era un lazo que los unía más allá del miedo. Jimin sintió que podía abrirse, no solo físicamente, sino emocionalmente.

—¿Puedo... tocarte? —preguntó Jimin, su voz apenas un susurro.

—Por supuesto. —respondió Yoongi, con una sonrisa cálida que iluminó el rostro de Jimin. —Hazlo cuando estés listo.

Jimin se acercó lentamente, sintiendo la suavidad de la piel de Yoongi bajo sus dedos. En ese momento, la conexión entre ellos se fortaleció, creando un espacio seguro donde ambos podían explorar sus deseos y sentimientos.

—Esto es nuevo para mí, pero contigo me siento a salvo. —dijo Jimin, dejando que la sinceridad lo guiara.

—Y yo contigo. —respondió Yoongi, mientras sus miradas se entrelazaron en un pacto silencioso de amor y entendimiento.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora