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Había pasado un mes desde aquella confrontación con Irene, y Jimin sentía que el peso de su secreto se volvía cada vez más insoportable. Sabía que seguir ocultando la existencia de Taehyung solo aumentaría las tensiones y causaría malentendidos. Finalmente, reunió el valor para enfrentar a Yoongi y se dirigió a su oficina.

Cuando llegó, respiró hondo, tratando de calmarse, y tocó la puerta.

—Adelante. —se oyó la voz de Yoongi desde adentro.

Jimin abrió la puerta lentamente, encontrándose con la mirada atenta de Yoongi, quien dejó de lado los documentos que revisaba y se inclinó hacia adelante, intrigado.

—¿Jimin? ¿Está todo bien? —preguntó Yoongi, su tono amable pero precavido.

Jimin asintió, cerrando la puerta detrás de él y acercándose al escritorio. Su corazón latía con fuerza, pero sabía que ya no podía seguir posponiendo esto.

—Yoongi... hay algo de lo que necesito hablar contigo. —empezó, evitando su mirada por un momento antes de armarse de valor para continuar. —Hay alguien... alguien que estuvo en mi vida desde hace tiempo. —Desvío la mirada. —ya sabes a la persona que le enviaba cartas.

Yoongi entrecerró los ojos, su expresión transformándose en una mezcla de confusión y expectativa.

—Era un chico de clase baja, muy humilde, pero tenía algo... algo que hacía que todo lo que yo creía importante perdiera sentido. —suspiro. —Cuando estaba con él, me sentía libre, Yoongi, como si fuera alguien completamente diferente. —se rio amargamente. —Todo lo que me enseñaron a valorar; el dinero, las apariencias, las conexiones, nada de eso importaba cuando estábamos juntos.

Yoongi asintió, escuchando atentamente. Podía notar la emoción en cada palabra de Jimin, y la nostalgia en sus ojos al hablar de Taehyung.

—Nos encontrábamos a escondidas, ¿sabes? Caminábamos por las viñas, hablábamos de nuestros sueños, y hacíamos planes locos. —se rio otra vez, esta vez conteniendo las lágrimas. —Soñábamos con escapar juntos, dejar todo atrás... —Jimin suspiró, apretando los labios en una sonrisa triste. —Él tenía una forma de ver la vida que me hacía sentir vivo, como si el mundo fuera mucho más grande y hermoso de lo que me habían hecho creer.

Yoongi percibió el dolor en la voz de Jimin, y, con delicadeza, puso una mano en su hombro, dándole ese apoyo silencioso que siempre sabía ofrecer.

—¿Y qué pasó? —preguntó Yoongi en voz baja, aunque ya sabia la respuesta.

Jimin cerró los ojos un momento antes de continuar.

—Mi familia se enteró de lo nuestro. —suspiro. —A mi madre... le horrorizaba la idea de que me viera con alguien como él y cuando cumplí la edad para casarme se apresuró a buscarme un pretendiente digno.

Un silencio denso se instaló entre ellos, roto solo por el susurro del viento.

—¿Y te encontraste con él otra vez? —Yoongi mantuvo su mano sobre el hombro de Jimin.

—Sí, hace poco. —Asintió. —pero él ya tiene prometida.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora