Love me like you hate me [Y.M][✓]

2

Jimin iba junto con el pálido por el jardín, Yoongi le iba contando unas cosas de las cuales no le había prestado ninguna atención hasta que escucho algo que le llamó la atención.

—¿No dormiremos juntos? —le pregunto.

—Tendrás tu propia habitación antes y después de la boda. —mencionó el pálido. —sé que tienes quince y aún no te sientes listo para hacer lo marital y te entiendo aún eres un niño.

—No sé qué decir la verdad. —miro a la ventana.

—Sé que estás nervioso por la boda, yo lo estoy. —lo tomó de la mano, pero Jimin se soltó. —tu madre dijo que te gusta la lectura, la música y la poesía.

—Si me gusta un poco. —miró el ramo.

—Son para ti. —se las extendió.

Jimin las tomó y luego se las dio a una criada para que las pusiera en agua, ambos se dirigieron a la sala donde hablarían sobre la boda, Jimin no quería saber nada de eso, solo esperaba buscar el momento indicado para huir e irse con el chico que realmente amaba. Cuando llegaron Jimin solo escuchaba lo que hablaban, pero no prestaba atención a nada, no le importaba en absoluto, solo deseaba irse de ahí, Yoongi miraba de vez en cuando al rubio, el cual no decía nada.

—¿Jimin qué opinas? —le pregunto el pálido.

—Yo, me parece bien. —lo vio.

—Entonces si Jimin acepta, ambos luego del matrimonio nos iremos de aquí a Londres. —hablo el pálido.

—¿A Londres? —se levantó.

—Si Jimin. —también se levantó el pálido. —hablamos que luego de la boda ya no viviremos aquí.

—O sí. —asintió. —jamás he ido.

—Te gustará. —lo tomo de la mano y le dio un beso. —hay hermosos paisajes.

—Estoy ansioso por ello. —miró a sus padres. —estoy cansado y deseo dormir un poco.

—En ese caso es mejor que ya se vayan. —dijo la madre de Jimin.

—Creo que sería lo correcto. —asintió Yoongi. —¿Nos vamos Jimin?

Jimin suspiro y tomó la mano del pálido para irse, caminaron a la salida, pero Jimin se detuvo al ver al castaño con unas cajas. Yoongi halo de manera suave para llevarlo al carruaje, el pálido noto que Jimin miraba al chico por lo cual se detuvo y Jimin lo observó.

—¿Quieres despedirte de él? —le pregunto. —lo ves mucho.

—No considero que sea apropiado mi lord. —dijo Jimin.

—Se ve que lo conoces. —sonrió. —ve, tal vez no tengas otra oportunidad, después de todo nos iremos a Londres.