66

656 128 2
                                    

—¿Qué pasó...? Me siento raro... —preguntó, su voz aún débil.

Yoongi acarició suavemente su cabello y tomó su mano entre las suyas.

—Te encontré con fiebre y me preocupé, así que llamé al doctor para que te revisara. —dijo en un tono calmado, tratando de tranquilizarlo. —No te preocupes, vas a estar bien.

Jimin lo miró con cierta preocupación, y Yoongi supo que necesitaba ser honesto. Respiró hondo antes de continuar.

—Jimin, el doctor dijo que lo que tienes es porque... —hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. —Porque tu cuerpo está pasando por un cambio y al entrar en la madurez sexual temprana, al ser un doncel, es algo más delicado para ti.

—¿Madurez? —Jimin frunció el ceño, un poco confundido. —¿A qué te refieres?

—Tu cuerpo es más frágil y sensible, Jimin, y la consumación de nuestro matrimonio lo ha afectado más de lo que imaginé. —Yoongi apretó suavemente su mano, dándole fuerzas. —Este proceso es complicado para los donceles, y eso puede hacerte sentir débil o incluso enfermarte. —le beso la mano. —Pero no te preocupes, el doctor dijo que con descanso y cuidados estarás bien.

—Entonces... —Jimin asintió lentamente, sus mejillas ruborizadas. —¿Es por nuestra noche juntos?

—Sí, pero no te sientas mal por eso. —Yoongi sonrió, acariciando su mejilla con ternura. —Únicamente necesito cuidarte más y asegurarme de que descanses y todo estará bien, lo prometo.

Jimin lo miró, reconfortado por sus palabras, y asintió. Confiaba en Yoongi, y sabía que juntos superarían cualquier dificultad. Yoongi continuó sentado al borde de la cama, observando a Jimin mientras lo veía asimilar lo que acababa de escuchar. El rubor en las mejillas de Jimin no desaparecía, y sus ojos reflejaban una mezcla de vergüenza y vulnerabilidad.

—Lo siento, Yoongi... —murmuró Jimin, con la mirada baja. —No quería que nuestra noche juntos... terminara así.

—No tienes que disculparte por nada, Jimin. —Yoongi negó con la cabeza de inmediato, tomando su rostro con ambas manos y obligándolo a mirarlo a los ojos. —Esto es natural para ti, y no hay nada de lo que debas sentirte mal y lo único que me importa es que estés bien. —Sonrió. —Vamos a superar esto juntos, y me aseguraré de que siempre estés bien cuidado.

Jimin suspiró, con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Gracias, Yoongi... —murmuró, aliviado. —Eres tan bueno conmigo que siento que no lo merezco.

Yoongi sonrió suavemente y le acarició el cabello, observando cómo el cansancio volvía a hacer que Jimin cerrará lentamente los ojos. Decidido a no dejarlo solo ni un segundo, se acomodó a su lado en la cama, envolviéndolo en un abrazo protector.

—Ahora, necesitas descansar. —susurró Yoongi, dejando un suave beso en su frente. —Yo estaré aquí contigo, cuidándote.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora