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Jimin se sintió contento por los elogios. Miró a su esposo, sintiendo una calidez en su pecho que solo él podía provocar.

—Gracias, pero aún tengo mucho que aprender. —dijo Jimin, sintiendo que la emoción y el entusiasmo comenzaban a crecer dentro de él.

—No te preocupes por eso. —respondió Yoongi, mirándolo con ternura. —Lo importante es que te diviertas mientras aprendes.

Jimin sonrió, sintiéndose afortunado de tener a Yoongi a su lado. El simple hecho de que él se preocupara por su bienestar y se interesara en sus actividades lo hacía sentir amado y valorado.

—¿Quieres intentar montar tú también? —preguntó Jimin, con un brillo en sus ojos.

Yoongi se rio suavemente, moviendo la cabeza en un gesto de negación.

—No creo que sea el momento adecuado para mí. —dijo, con un guiño.

—Está bien, pero cuando yo ya sepa montar bien, tendrás que hacerlo conmigo. —dijo Jimin, con determinación.

—Trato hecho. —respondió Yoongi, sosteniéndolo de la mano y llevándolo a una esquina del establo donde podrían observar el entrenamiento.

Ambos se acomodaron, compartiendo ese momento de unión mientras Taehyung continuaba guiando a Jimin en su aprendizaje. Con el tiempo, Jimin se sintió cada vez más seguro en su nueva habilidad, y la risa y las palabras de aliento de Yoongi lo motivaban a seguir adelante. Era un día perfecto, lleno de promesas y risas, y Jimin sabía que, con Yoongi a su lado, todo era posible.

Mientras Taehyung guiaba a Jimin a través de los pasos para montar, Yoongi se acomodó en un rincón del establo, observando atentamente cada movimiento de su esposo. La luz del sol se filtraba a través de las rendijas de la madera, creando un ambiente cálido y acogedor que hacía que el momento se sintiera aún más especial.

Jimin, con un brillo en los ojos, escuchaba atentamente las instrucciones de Taehyung, quien le enseñaba a encontrar el equilibrio en la silla y cómo sujetar las riendas adecuadamente. Con cada intento, Jimin se sentía más cómodo, y la ansiedad inicial se desvanecía.

—Recuerda, Jimin. —dijo Taehyung. —el caballo puede sentir tus emociones.

—Lo intentaré. —respondió Jimin, respirando hondo y enderezándose un poco, tratando de infundir confianza en su postura.

Justo en ese momento, Jimin montó de nuevo, y mientras el caballo se movía suavemente, sintió la conexión con el animal. La emoción de cabalgar lo llenó de alegría. Miró hacia atrás y encontró la mirada de Yoongi, quien le sonrió con orgullo.

—¡Lo estás haciendo increíble! —gritó Yoongi, levantando el pulgar en señal de aprobación.

Jimin no pudo evitar sonreír ante el apoyo incondicional de su esposo. El entusiasmo lo impulsó a seguir adelante, y pronto se encontró cabalgando en círculos, ganando confianza con cada vuelta.

—¡Eso es, Jimin! —animó Taehyung. Ahora intenta caminar un poco más rápido, solo suelta un poco las riendas y deja que el caballo sienta tu intención.

Con un poco de nerviosismo, Jimin aplicó el consejo de Taehyung. Sintió cómo el caballo respondía a su confianza y empezó a trotar. La sensación de libertad al montar era indescriptible; el viento en su rostro y el latido del corazón del caballo le daban una energía que nunca había experimentado antes.

—¡Esto es increíble! —gritó Jimin, riendo mientras disfrutaba de la experiencia.

Yoongi no podía dejar de sonreír al ver a Jimin tan feliz. Sabía qué había hecho bien al darle esta oportunidad, y la alegría que emanaba de él era contagiosa.

Después de un rato, Taehyung finalmente les hizo una señal para que Jimin se detuviera.

—Bien hecho, Jimin. ¡Has progresado muchísimo en poco tiempo! —dijo, acercándose para ayudarlo a bajar. —Ahora es momento de descansar un poco y dejar que el caballo también se relaje.

Jimin se deslizó del caballo con una sonrisa radiante. Se sentía más fuerte y capaz que nunca, y la satisfacción que experimentaba era incomparable. Yoongi se acercó rápidamente, envolviendo a Jimin en un abrazo cálido.

—Estás increíble, cariño. —susurró Yoongi en su oído, haciendo que el corazón de Jimin se acelerara. —Estoy tan orgulloso de ti.

—Gracias, Yoongi. —respondió Jimin, mirando a su esposo con cariño. —Esto ha sido solo el comienzo, y no podría haberlo hecho sin tu apoyo.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora