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Ya habían pasado unos meses de la fiesta, Jimin y Yoongi se encontraban juntos en la bañera sonriéndose mientras se daban cortos besos, Jimin cerró los ojos mientras sentía los besos de su esposo en su cuello.

—Ah. —Gimió. —Yoongi.

Yoongi sonrió suavemente al escuchar el suspiro de Jimin y lo acercó un poco más, disfrutando de la calidez del momento en la bañera. El agua tibia rodeaba sus cuerpos, creando una atmósfera tranquila y envolvente.

—Te amo, Jimin. —murmuró Yoongi en su oído, rozando sus labios con ternura contra la piel de su cuello.

—Yo también te amo, Yoongi. —Jimin abrió los ojos y lo miró.

Ambos permanecieron en silencio, disfrutando del momento, las caricias y los besos suaves, agradeciendo por tenerse el uno al otro. En ese instante, el mundo a su alrededor desaparecía; solo existían ellos dos, abrazados en esa burbuja de amor y complicidad. Sus cuerpos rozaban y los gemidos incrementaron en cada movimiento que hacían, Jimin se mantenía oculto en el cuello de su esposo mientras seguía gimiendo, cuando ambos llegaron a sus orgasmos, juntaron sus frentes mientras regulaban sus respiraciones.

Después de alcanzar el clímax, Yoongi y Jimin permanecieron abrazados, sus respiraciones entrelazadas mientras recuperaban el aliento. Sus frentes seguían juntas, los ojos cerrados, disfrutando de la cercanía y el latido acelerado de sus corazones.

—No hay lugar en el mundo en el que prefiera estar que aquí, contigo. —Yoongi acarició suavemente la mejilla de Jimin y sonrió, susurrando en voz baja.

—Yo tampoco, Yoongi. —Jimin abrió los ojos, mirándolo con ternura y respondiendo con una sonrisa suave. —Eres todo lo que necesito.

Se quedaron así, en silencio, permitiendo que la calma regresara y sintiendo la paz de estar juntos en aquel momento íntimo. Después de unos minutos de silencio y de caricias suaves, Jimin levantó la mirada y le dedicó a Yoongi una sonrisa traviesa.

—Sabes, creo que te debo una revancha en nuestra pelea de almohadas. —dijo, recordando uno de sus momentos más divertidos.

Yoongi rio suavemente y pasó un brazo por sus hombros, acercándolo más.

—¿Una revancha, eh? —preguntó, fingiendo estar pensativo. —Entonces prepárate, porque esta vez no pienso dejarte ganar tan fácil.

Jimin soltó una carcajada, feliz de ver la chispa juguetona en los ojos de su esposo. Los momentos como esos, donde compartían tanto las risas como el amor, eran los que más atesoraba.

Ambos se quedaron en la bañera, charlando y bromeando, hasta que el agua comenzó a enfriarse. Decidieron salir y secarse juntos, envolviéndose en toallas esponjosas y cómodas. Yoongi tomó la mano de Jimin y lo guió hacia la cama, donde se tumbaron uno al lado del otro, con las manos entrelazadas y las miradas llenas de amor.

—¿Sabes? —murmuró Jimin. —No importa lo que venga después, siempre quiero estar así contigo.

—Y yo contigo, Jimin. —Yoongi acarició su cabello y le dio un beso en la frente. —Siempre.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora