Love me like you hate me [Y.M][✓]

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Jimin y Yoongi se encuentran en la habitación que la reina les asignó, lejos de las miradas curiosas y las murmuraciones. El ambiente entre ambos es tenso, pero íntimo, como si un secreto que pesa entre ellos estuviera a punto de revelarse.

Jimin, visiblemente preocupado, observa a Yoongi con intensidad. Finalmente, con una mezcla de curiosidad y frustración, pregunta en voz baja.

—¿Por qué simplemente no rompiste el matrimonio, Yoongi? —dice, aunque en su tono hay algo más, una esperanza de entender lo que le mueve realmente a Yoongi.

Yoongi suspira, y sus ojos se desvían un instante, mirando a la nada antes de volver a posarse en los de Jimin.

—Podría haberlo hecho. —responde con voz tranquila, aunque su expresión refleja una tristeza contenida. —Pero eso significaría que, como doncel, te verían como a un cualquiera... alguien sin honor, sin respeto. —lo miro. —No eres eso, Jimin, y aunque esta unión no es lo que soñé, romperla solo dañaría tu reputación y la de tu familia.

Las palabras de Yoongi dejan un eco en la habitación, Jimin asiente lentamente, comprendiendo la magnitud de lo que implica para Yoongi. La rigidez de su postura se suaviza, y sin decir más, se acerca y le toma la mano, ofreciéndole un apoyo silencioso. Ambos quedan en un silencio que no necesita palabras, conscientes de la carga que llevan y del destino incierto que les espera.

Jimin se mueve nervioso, el tema le incomoda, pero la curiosidad y una leve preocupación lo impulsan a preguntar. Desvía la mirada antes de hablar, casi como si temiera que su pregunta fuera demasiado personal.

—Yoongi... —empieza en voz baja, dudando un momento. —¿Consum... consumar el matrimonio duele?

Yoongi levanta la vista, sorprendido por la pregunta. Lo observa por un instante, leyendo en su expresión esa mezcla de inocencia y temor que rara vez ve en Jimin. Después de un momento de silencio, responde, escogiendo sus palabras con cuidado.

—Depende, Jimin. —dice con suavidad. —Al principio puede ser incómodo... pero cuando hay cariño y respeto, y ambos entienden lo que quieren, no es algo doloroso. —suspiro. —Es algo... diferente.

—Ya veo. —murmura Jimin al saber como es la situación de ambos.

—Pero no tienes que preocuparte por eso. —Yoongi sonríe apenas, tratando de aliviar la tensión que siente en Jimin. —Si alguna vez tienes dudas o necesitas hablar de algo, yo estaré aquí. — Al ver la expresión pensativa de su amigo, añade. —¿Está bien?

Jimin asiente lentamente, agradecido y, de algún modo, más tranquilo, pues sabe que después de todo Yoongi lo va a respetar.