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Cuando el acto terminó, Jimin se dejó caer suavemente sobre el pecho de Yoongi, sintiendo cómo su corazón latía de manera errática. La mezcla de sensaciones lo abrumaba: la intimidad compartida, el amor que había crecido entre ellos, y la liberación de las tensiones acumuladas. Cerró los ojos por un momento, permitiendo que el calor del cuerpo de Yoongi lo envolviera, como un refugio seguro.

—Todo está bien, Jimin. —Yoongi, sintiendo la fragilidad de Jimin en ese instante, lo abrazó con fuerza, susurrándole dulcemente. —Estoy aquí contigo.

Las palabras de Yoongi eran como un bálsamo que aliviaba la ansiedad que aún resonaba en el fondo de su ser. Jimin se sintió agradecido de tenerlo cerca, su voz era un ancla que lo mantenía en calma. Abrió los ojos, mirando a Yoongi, quien le sonreía con ternura, esa mirada que siempre le transmitía una profunda comprensión.

Con cuidado, Yoongi salió de Jimin, asegurándose de que ambos estuvieran cómodos. Se levantó y tomó las batas que estaban en una esquina de la cama, colocando una suavemente sobre los hombros de Jimin.

—Aquí, ponte esto. —dijo Yoongi, su voz suave y protectora. Jimin sonrió levemente mientras se dejaba envolver por la tela, sintiendo cómo la calidez de la bata lo envolvía tanto física como emocionalmente.

—Gracias, Yoongi. —respondió Jimin, su voz aún temblorosa, pero llena de gratitud. —No sé qué haría sin ti.

—Siempre estaré aquí para ti. —aseguró Yoongi, volviendo a abrazar a Jimin, esta vez con un poco más de suavidad, como si temiera romper la magia del momento.

El contacto físico lo tranquilizaba, y en ese silencio compartido, Jimin pudo sentir cómo su corazón comenzaba a estabilizarse.

La habitación estaba llena de una suave luz, y el ambiente se sentía tranquilo. Jimin se acomodó contra el pecho de Yoongi, escuchando el latido constante de su corazón. Era un sonido que le daba paz, un recordatorio de que estaban juntos en este viaje.

—¿Estás bien? —preguntó Yoongi, acariciando suavemente la cabeza de Jimin.

—Sí, sólo... necesito un momento para asimilarlo. —admitió Jimin, sintiendo cómo sus emociones lo invadían.

—Tómate todo el tiempo que necesites. —dijo Yoongi, su voz era un murmullo suave que acariciaba los sentidos de Jimin. —No hay prisa.

Ambos permanecieron en ese abrazo, disfrutando de la calidez del momento, en una burbuja de intimidad donde todo lo demás desaparecía. Jimin sabía que, aunque la experiencia había sido intensa, había significado mucho más que solo el acto físico. Era un paso en su relación, un lazo que se había fortalecido entre ellos, cimentado en el amor y la confianza.

Finalmente, Jimin levantó la mirada y se encontró con los ojos de Yoongi, llenos de ternura y comprensión. En ese instante, supo que había encontrado a alguien que no solo lo amaba, sino que también lo comprendía en su totalidad.

—Te amo, Yoongi. —declaró Jimin, su voz resonando con sinceridad. —sé que es muy pronto para decirlo, pero siento que lo hago.

—Y yo a ti, Jimin. —respondió Yoongi, inclinándose para sellar sus palabras con un beso suave, un gesto que prometía un futuro lleno de amor y aventuras juntos. — Siempre te he amado.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora