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La reina se acercó a Yoongi y Jimin con una sonrisa serena, irradiando elegancia y autoridad. Ambos hicieron una reverencia profunda, demostrando el respeto que sentían hacia ella.

—Mi jade. —dijo la reina, dirigiéndose a Jimin con ternura en la voz. —Duque Min. —añadió, con un leve asentimiento hacia Yoongi.

—Majestad. —respondieron al unísono, enderezándose con respeto y mirándola con atención.

La reina los miró a ambos con una expresión cálida y casi maternal, sus ojos brillando con aprobación.

—Estoy gratamente sorprendida por la hermosa celebración de esta noche. —comentó, observando la decoración y a los invitados que se movían con elegancia por el salón. —Han creado un ambiente digno de una ocasión tan especial.

Jimin sonrió con humildad, agradecido por las palabras de la reina.

—Es un honor para nosotros que esté aquí, majestad. —dijo, inclinando la cabeza ligeramente. —Todo esto fue organizado con el único propósito de celebrar a Yoongi.

La reina asintió y luego dirigió su mirada hacia Yoongi, quien permanecía a su lado, atento.

—Duque Min, puedo ver que has encontrado en Jimin a un compañero noble y digno de tu respeto y cariño. —dijo, sus palabras suaves, pero llenas de intención. —Su amor y dedicación son evidentes para todos esta noche.

Yoongi miró a Jimin con afecto y apretó suavemente su mano.

—Jimin es la mejor decisión que he tomado, majestad. —respondió, con sinceridad en su voz. —No hay otro que pueda estar a mi lado de la manera en que él lo hace.

—Mis queridos, que esta unión sea fuerte y esté llena de momentos de paz y amor como los que comparten esta noche. —La reina sonrió complacida y extendió la mano para tomar las de ambos, en un gesto de bendición.

Jimin y Yoongi la miraron emocionados por sus palabras, sintiendo la bendición de la reina como un símbolo de aprobación y buena fortuna. La reina los dejó con una sonrisa antes de volver a mezclarse entre los invitados, y ellos se quedaron ahí, sintiendo que aquel momento quedaría grabado para siempre en sus corazones.

La celebración continuó, pero Jimin y Yoongi sabían que la bendición de la reina había hecho de esa noche algo aún más especial, un recordatorio de que el amor y la lealtad que compartían eran vistos y valorados por todos. Irene caminó despacio y se puso en un lugar donde sabía que todos la oirían.

—¡Park Jimin el esposo del duque Min Yoongi tiene un amante que trabaja aquí! —grito.

Love me like you hate me [Y.M][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora