Love me like you hate me [Y.M][✓]

70

A la mañana siguiente, Jimin se preparó emocionado para regresar a sus clases de montar con Taehyung. Aunque Yoongi no lo acompañó esta vez, sentía una mezcla de nerviosismo y anticipación al ver al hermoso caballo negro que ahora era parte de su vida. Mientras se acercaba al caballo, Taehyung lo observó con atención y sonrió.

—Veo que ya te llevas bien con el Duque. —dijo, dejando caer la frase con un tono juguetón.

Jimin, acariciando el hocico del caballo, miró a Taehyung con una mezcla de sorpresa y seriedad.

—Es mi esposo, Taehyung. —respondió, sin perder su concentración en el animal. —Claro que debo llevarme bien con él.

Taehyung frunció el ceño, como si recordara una conversación anterior.

—Pensé que lo odiabas. —mencionó, un tono de curiosidad en su voz. —Decías que te alejó de mí.

Jimin lo miró con frialdad, sintiendo que las palabras de Taehyung eran una provocación.

—Amo a mi esposo. —declaró con firmeza, dejando claro que su lealtad estaba con Yoongi. —Y en cuanto a ti, compórtate como lo que eres: un trabajador. —luego, lo miró fijamente, haciendo que Taehyung comprendiera que no debía seguir por ese camino. —Mi relación con él no es tu asunto.

Taehyung, sorprendido por la intensidad en la mirada de Jimin, levantó las manos en señal de rendición.

—Está bien, está bien. —dijo, tratando de cambiar el tono de la conversación. —Vamos a centrarnos en lo que viniste a hacer es hora de aprender a montar.

Jimin respiró hondo, tratando de calmar su frustración. No quería que la tensión con Taehyung arruinara su tiempo con el caballo. A pesar de su reacción inicial, sabía que Taehyung era un buen instructor, y se dispuso a dejar a un lado cualquier resentimiento.

Mientras Taehyung comenzaba a explicarle los fundamentos de montar, Jimin se concentró en la tarea. Con cada paso, cada instrucción y cada roce del caballo, comenzó a relajarse. Era un nuevo mundo para él, y se sentía más confiado al enfrentarlo. Pronto, el ambiente se volvió más ligero, y Jimin se dio cuenta de que, aunque el pasado había tenido sus complicaciones, lo que realmente importaba era su presente y su futuro con Yoongi. Y ese futuro incluía aprender a montar y disfrutar de cada momento.

—¿Cómo va todo? —preguntó Yoongi al entrar al establo, su voz resonando con calidez.

Jimin, que estaba en el proceso de familiarizarse con el caballo, levantó la mirada y sonrió al ver a su esposo.

—Voy de a poco. —respondió, sintiéndose más confiado mientras se aferraba a la silla del caballo para mantenerse estable.

Yoongi se acercó con paso decidido, ofreciendo su mano para ayudar a Jimin a bajar. Con cuidado y destreza, lo ayudó a deslizarse hacia el suelo, asegurándose de que no se sintiera inestable.

—Lo estás haciendo muy bien. —dijo Yoongi con una sonrisa orgullosa, mientras Jimin se colocaba de pie y se acomodaba la ropa.