Love me like you hate me [Y.M][✓]

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Finalmente, tras los preparativos, Jimin y Yoongi se encontraron en la habitación donde se llevaría a cabo la ceremonia ancestral. La atmósfera era tensa, cargada de una mezcla de expectación y nerviosismo. Al entrar, sus miradas se encontraron con la imponente cama en el centro de la habitación, el símbolo de la ceremonia que estaban a punto de realizar.

Sin decir una palabra, Yoongi se acercó a Jimin, una determinación en sus ojos. Con un gesto suave, lo levantó en brazos, y Jimin sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo, mezcla de sorpresa y una cálida sensación de protección. A pesar de la presión del momento, una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Jimin mientras Yoongi lo llevaba hacia la cama, como si el gesto pudiera disipar un poco de la ansiedad que ambos sentían.

Una vez en la cama, Yoongi lo colocó suavemente sobre las sábanas blancas, que contrastaban con la suavidad de su túnica. Jimin sintió que el corazón le latía con fuerza mientras sus ojos se llenaban de incertidumbre, pero también de confianza en la persona que tenía a su lado.

Yoongi se sentó junto a él y, antes de que pudiera decir algo, se levantó para cerrar las cortinas que rodeaban la cama. El suave roce de las telas hizo que el ambiente se volviera un poco más privado, un pequeño refugio en medio de la multitud que estaba a punto de observar.

Desde el otro lado, comenzaron a sentarse los nobles y dignatarios, susurros y murmullos llenaban el aire, pero la cortina les ofrecía una barrera entre el mundo exterior y la intimidad que estaban a punto de compartir. Jimin pudo escuchar cómo los asistentes se acomodaban en sus lugares, preparándose para lo que estaba por venir.

Con el sonido de la ceremonia empezando a cobrar vida, Jimin miró a Yoongi, sintiendo que todo se volvía un poco más real. Las manos de Yoongi buscaron las suyas, entrelazando sus dedos en un gesto que era tanto de apoyo como de amor.

—Estamos juntos en esto, Jiminie. —dijo Yoongi, su voz baja, pero firme, haciendo que Jimin sintiera que no estaba solo en medio de toda esa presión.

Ambos sabían que, independientemente de lo que sucediera a continuación, se tendrían el uno al otro, y eso les daba la fuerza necesaria para enfrentar lo que estaba por venir.

—Confió en ti Yoongi. —trago saliva nerviosa Jimin. —Sé que harás lo mejor para ambos.