Taehyung conducía rumbo al lugar que le había indicado su hermano, dispuesto a lo que sea con tal de volver a ver a Yoongi. Aunque era inevitable no sentirse nervioso, ansioso y temeroso. El hombre al que había amado con locura hace veinte años lo estaba esperando. El hombre que le había arruinado la vida en todos los aspectos lo había citado para reencontrarse luego de veinte años.
Yoongi había llegado al lugar pactado y sentía incertidumbre. Ya que todavía no podía asimilar del todo lo que estaba por ocurrir. No podía caer en cuenta que se trataba de Taehyung la persona que vio dispararse frente a sus ojos. Estaba algo mareado y confundido con todo lo que se había enterado.
Yoongi se apoya junto a las barras del puente y observa el mar, sentía sus manos sudorosas y unos nervios incontrolables en su estómago. Estaba a punto de volver a ver a los ojos a Taehyung quien lo había hecho confundir al punto de abandonar a su propia familia por estar con él.
Para calmar su ansiedad decide encender un cigarro mientras espera impacientemente. Se imaginaba mil escenarios de como debía reaccionar en cuanto lo tenga de frente. Claro que todo se sentirá extraño después de como había terminado todo entre ambos.
Taehyung llega al estacionamiento de aquel lugar y antes de bajar se mira fijamente por el espejo, se arregla el cabello, se retoca el maquillaje y se baña en perfume. Mientras respiraba profundo tratando de calmar sus nervios y tratar de mostrarse sereno y seguro.
Para tomar valor decide meterse heroína ya que lucido no podía afrontar lo que estaba por hacer. Era realmente una locura. El hombre del que salió huyendo estaba esperando para poder hablar. No podía sino estaba drogado y totalmente controlado por las sustancias.
Taehyung bajo de su camioneta y suspira armandose de valor y coraje mientras que comienza a caminar rumbo al puente donde estaría Yoongi. Prácticamente iba temblando. Y con pasos lentos e inseguros se va acercando.
La piel se le eriza por completo y siente muchos escalofríos por todo su ser al verlo de espaldas apoyado sobre la barras del puente observando el mar. Taehyung se detiene y traga grueso, veinte años habían pasado y lo tenía a unos cuantos pasos.
Taehyung comienza a pensar si podía soportar lo que este por pasar con él o si debe dar la vuelta y marcharse. Su respiración se agita y siente un calor que lo invade. Tal vez era la ansiedad que se apoderaba de su mente haciéndolo dudar.
Yoongi soltaba el humo hacia arriba y miraba su reloj, hacia más de veinte minutos que esperaba y ya comenzaba a ponerse tenso.
_Hola. -decia Tae parándose atrás de el con mucho miedo-
Cuando Yoongi escucho la voz de Taehyung se tenso por completo y sintió cómo los pelos se le pusieron de punta, su corazón se paró por un instante haciendo que su cuerpo de un espasmo al oírlo.
Con mucha impresión voltea a verlo y siente un impacto al volver a ver el rostro de aquel adolescente que lo obsesióno intensamente aquella vez.
Sus ojos se cruzaron y la conexión que tenían fue inmediata, ambos podían leerse la vida a través de sus miradas. Ambos tienen pequeños flashback de cuando los dos estaban juntos y se dejan ganar por la nostalgia. En un segundo ven pasar sus vidas y se ponen vulnerables.
_Hola. -responde con voz suave mientras lo mira enternecido-
Ambos estaban a pocos sentimientos del otro pero ninguno de los dos sabía cómo reaccionar, querian fundirse en un abrazo eterno pero eran dos extraños. Eran personas completamente distintas a lo que fueron alguna vez. Ninguno de los dos eran los mismos.
_Estas mayor. -decia Yoongi entre risas nerviosas sin saber que decir o hacer-
_Jaaa, gracias he. -reia con sus ojos iluminado al tenerlo de frente-