SOLO AMIGOS

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Paso casi un mes del entierro de su padre y Yoongi todavía no podía ni llorar. Quizás era por qué no lo quería asimilar, no quería aceptar que su padre había fallecido y que no lo volvería a ver, no quería sentir como aquella vez, en la que subió a su habitación y nunca regreso. Fueron semanas en las que se paso horas bajo la lluvia mirando la tumba de Choi tratando de encontrar una explicación, de por qué el no pudo ser una persona normal, un niño criado en una familia amorosa y cálida, dónde podría jugar con sus juguetes y en los que su preocupación era por el monstruo que se encontraba bajo la cama, no que el monstruo sea su padre quien lo sometía y torturaba solo por placer. Yoongi ya estaba hecho de hierro y era muy raro que algo logrará hacerlo llorar. Ya había llorado por la muerte de su padre cuando era niño. Ya se había despedido de su papá cuando era un pequeño e inocente niño y ahora no podía llorar, no podía, simplemente no le quedaban más lágrimas. Esas semanas lluviosas y grises, Yoongi se las paso fuera de su casa y lejos de su familia. Su duelo lo vivía y sufría solo y en silencio. Cómo cuando era niño y su padre no lo dejaba llorar y cuando el no podía aguantar sus lágrimas Vincenzo lo sacaba bajo la fría noche de invierno para que sus lágrimas se borrarán con las gotas de la lluvia al caer. Suena tortuoso pero Yoongi estaba castigandose a si mismo con mucha crueldad.
Jimin se pasó semanas tratando de convencer a Jihoon de que Yoongi necesitaba su espacio ya que estaba sufriendo mucho por la reciente perdida de su padre. Mientras que Dohyoon solo se la pasaba en su habitación sin siquiera salir al jardín, ya que estaba pasando por una profunda depresión y no tenía ánimos de hablar ni ver a nadie. Aunque había quedado en iniciar como narcotraficante después de la perdida de su abuelo Yoongi se desapareció y no pudo hablar ni concretar nada. Pero pronto lo haría ya que era definitivo, el sería el nuevo encargado de traficar la mercancía como lo hizo Yoongi en su pasado.

Jimin se había echo un poquito más sercano a Fort ya que se había ganado su confianza luego de que por accidente le contará que su matrimonio estaba a punto de acabar. Aprovechaba el poco tiempo en el que podían estar a solas en el carro mientras esperaban a Jihoon para poder conversar. Fort trataba de ir lo más lento posible para que sus charlas duren mucho más tiempo antes de dejar al señor en su mansión.

_Fue el quien le lastimo la mano verdad? -pregunta preocupado-

_Asi es, me quite el anillo y le pedí el divorcio pero el reaccióno como una bestia. -contaba mientras lo recoedaba-

_No entiendo por qué aguanta todo eso. -decia girandose para verlo a los ojos-

_Bueno supongo que por amor. -responde nervioso-

_Entiendo que lo ame, pero amar a otra persona no significa darle todo de usted, no tiene que entregarle su vida y sacrificar todo por amor. Alguna vez pensó en usted mismo?

_Si, por qué cuando decidí estar con él estaba pensando en mi, en que yo lo amaba y quería estar a su lado.

_Tenia diecisiete años, nadie tiene la madurez suficiente para saber que quiere a esa edad.

_Tú cómo sabes que tenía diecisiete?

_Bueno se que hace veintiun años está con el señor Min, no es muy difícil sacar las cuentas.

_Asi es. Veintiun años que me olvidé de mi por complacerlo a él. -cuenta con tristeza-

_Y no cree que ya es hora de elegirse? -mirandolo a los ojos-

_Si, pero es tan difícil salir de ese círculo cuando estás tan pegado a alguien. -responde con amargura-

_Es difícil pero no imposible, aunque está rodeado de lujos y dinero usted no es una persona para estar en esta jaula de oro que le puso el señor Min. Usted tiene que ser libre, poder tener la posibilidad de elegir que quiere y que no.

EL HOMBRE EQUIVOCA2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora