THE MISSING PARTS OF HISTORY

Capítulo 79

Noviembre de 1956                        
Segunda parte              

Hadrian podía admitir que, si hubiera prestado más atención al Torneo de los Tres Magos para cualquier cosa que no fuera no morir, le habría resultado mucho más fácil hacer esto.

(Al menos esta vez lo estaba haciendo por voluntad propia, ¿no? Que le jodan a Voldemort).

Inspiró profundamente por la nariz mientras los tres esperaban en la cola -(frente al puto estadio que estaba seguro que era más grande por dentro, esta gente estaba loca por los duelos y los deportes al parecer)- para que le asignaran la arena en la que pelearía la eliminatoria.

Por lo que entendió, había mucha gente compitiendo en esto, ya que se publicaba internacionalmente. Así que había una ronda eliminatoria preliminar para reducir el número de participantes, luego las eliminatorias propiamente dichas para seleccionar a los dieciséis últimos y, por último, el torneo. Hadrian había decidido no organizar nunca su propio torneo, parecía una pesadilla.

Al parecer, no era un torneo "grande" porque sólo participaba gente normal, no profesionales. Los profesionales podían participar, por supuesto, pero no representarían a sus países.

Lo gracioso era que había dieciséis grupos de dieciséis personas cada uno para la ronda eliminatoria, que era mañana, y esas 256 personas serían los ganadores de los grupos de hoy.

Sí, Hadrian estaba flipando porque lo de hoy dependía sobre todo de la suerte. Si había alguien increíblemente bueno en el grupo de Hadrian, no lo conseguiría, así de fácil. Mañana serían enfrentamientos en mini torneos para conseguir a los mejores duelistas, hoy era el último hombre en pie. O así lo entendió él.

Les estaban dando insignias con sus números y grupos.

(Grupos de la A a la P, números del 1 al 4356.)

Y se ponían verdes cuando les tocaba dar el paso. El ganador de cada duelo se quedaría y lucharía contra el siguiente participante, y el perdedor sería eliminado, durando cada combate un total de cinco minutos, tras los cuales el ganador se decidiría por la magia que tuvieran las insignias. Hadrian tenía muchas ganas de saber cómo funcionaba aquello, y Orión también.

Significaba que el primer elegido tendría que aguantar hasta el final sin apenas descansos para ganar, pero el último sólo tenía que luchar una vez. Quizá por eso el proceso de solicitud era tan minucioso, para que se les asignaran grupos con niveles de poder y habilidad más o menos iguales. Así dependería menos de la suerte.

O tal vez no, y Hadrian estaba jodido.

En cualquier caso, se sentía muy ansioso. Eran las seis y media de la mañana y la primera ronda empezaba a las ocho, lo que no significaba que la primera ronda de Hadrian empezara a las ocho. Por lo que él sabía, no podría competir hasta la noche.

Había 256 personas en cada Bloque de Cartas, que en realidad no se llamaba así, pero al cerebro de Hadrian no se le ocurrió nada mejor, así que se agruparon en grupos de 16. Cuatro grupos a la vez compitiendo, de modo que el número de participantes se redujo a cuatro. Cuatro grupos a la vez compitiendo para que fuera más rápido.

-¿Por qué esta cosa no podía ser más pequeña?- Hadrian se quejó patéticamente, enterrando la cabeza entre las manos.

-Alégrate de que haya un límite. Los mágicos no son conocidos por ser lógicos-. respondió Abraxas alegremente, dándole palmaditas en la espalda en un gesto que no era realmente reconfortante.

-¿Por qué accedí a esto?-.

-Porque somos bastante lógicos. No mejorarás si no luchas contra más gente-. Respondió Orión, dándole una botella de agua. -Bebe, estás sudando y no necesitamos que te eliminen por deshidratación de todas las cosas-.