Las Tonterías del Sub-gong

Capítulo 89

Confió en la ropa y rompió la tabla de madera. Pero algo afilado, tal vez un clavo, se había incrustado en la costura de su ropa y le desgarró la piel.

Afortunadamente, no se había clavado profundamente. Cuando despegó la espalda de la tabla, algo cayó al suelo con un sonido seco. Tanteó con la mano hasta recoger algo largo y duro: era un clavo.

¿Debería considerarme afortunado o no?.

Aunque la espalda ardía, un clavo era más útil que la tabla para cortar las ataduras. Lo agarró y presionó con fuerza contra las tiras, intentando cortarlas, cuando un gemido cercano lo distrajo.

SeHyeon giró hacia el origen del sonido.

—"Jin-ha, subgerente".

Llamó a Yoo Jin-ha, que seguía gimiendo como si no hubiese recuperado del todo la conciencia. La impaciencia lo carcomía; no sabía cuándo podrían aparecer los hombres.

Con lo que tenía a mano, usó la punta del pie para mover a Yoo Jin-ha.

—"Ah...".

El gemido de Yoo Jin-ha se hizo más fuerte, aunque SeHyeon asumió que no era por haberlo movido, sino por el efecto de los sedantes.

—"Subgerente Yoo Jin-ha... Jin-ha... vamos, despierta".

Ya no era momento de preocuparse por el rango. La prioridad era salir de allí, así que lo sacudió más fuerte.

—"¿Qué...? No puedo ver nada".

Al escuchar la confusa voz de Jin-ha, quien finalmente parecía recobrar el sentido, SeHyeon volvió a llamarlo.

—"Cálmate".

—"¿...SeHyeon hyung?".

Por la respiración más tranquila de Jin-ha, parecía que la presencia de SeHyeon le daba algo de seguridad.

—"Pronto volverán los que nos vigilan. Son dos, y creen que no podemos hacer nada porque estamos atados".

SeHyeon explicó la situación con calma.

—"¿Y entonces qué hacemos?".

—"Salir de aquí".

SeHyeon presentó su simple solución.

—"¿Salir? ¿Y si alguien viene a rescatarnos?".

—"Vendrán, seguro".

Justo entonces, las tiras cedieron al esfuerzo de SeHyeon con el clavo. Aunque su frase quedó interrumpida un momento, continuó mientras quitaba la tela que cubría su rostro. Acto seguido, vio que sus pies también estaban atados, así que se arrastró hacia Jin-ha.

Usó el clavo para cortar las ataduras de sus tobillos y luego retiró la tela que cubría el rostro de Jin-ha. Este, aún con manos y pies atados, usó los codos para apoyarse en el suelo y levantar la cabeza.

—"Si salimos y nos cruzamos con ellos, ¿qué hacemos?".

—"Es mejor eso que ser usados como rehenes".

—"Pero se preocuparán...".

SeHyeon asintió, consciente de que tenía razón. Shin Tae-oh, que había presenciado su secuestro, o Ha Min-hyuk, que sabría de la desaparición de Jin-ha, estarían más que inquietos.

—"Aun así, es lo mejor".

Tras cortar las ataduras de sus piernas, SeHyeon se puso de pie y echó un vistazo alrededor. Notó unas tijeras en la zona y corrió hacia ellas. Confirmando que estaban afiladas, volvió con Jin-ha.