-Habéis desaparecido diez minutos.
Sus palabras me pillaron desprevenida. Parpadeé y miré a Ice, pero supe que no estaban mintiendo ni exagerando.
-¿C-Cómo? P-Pero si... hemos aparecido y... ¡hemos vuelto en nada! -me alteré sin entender. ¡¿Diez minutos?! ¡Apenas estuvimos uno!
-No lo sé, pero debemos avisar a los demás, te estaban buscando. Percy está preocupado. Nadie te había visto salir de las fronteras, ni siquiera Quirón.
Fuimos galopando hasta la cabaña 3 y nos encontramos con Percy agitado y Teseo y Orión controlándolo. Percy me vio y vino corriendo a abrazarme.
-Dioses... ¿Dónde estabas? No te encontrábamos por ningún lado -tenía un poco en sus ojos del mismo miedo que cuando mencionan las guerras.
-Pues... No lo sé, yo... Pfff... Solo galopábamos y luego aparecimos en ese campo oscuro... ¡Te prometo que volvimos enseguida!
-Está bien, Percy -le dijo Orión-, lo bueno es que ya está aquí -asentí-. Será mejor que vayamos a cenar todos juntos.
Apenas probé bocado esa noche.
Al acabar, nos fuimos a dormir, pero mi cabeza daba vueltas, así que decidí ir al bosque a despejarme. Sorteé a las arpías y estaba por llegar, cuando una sombra conocida se puso frente a mí.
-¿Dónde estabas? -exigió.
-Thanatos, yo...
-No vuelvas a hacer eso, no te veía. No estabas en ningún lado -me cortó. Su voz era grave y miraba a todos lados entre los árboles.
-Yo... no sé... -suspiré- Perdón. No debí alejarme tanto.
Sonó algo en la oscuridad y ambos nos dimos cuenta.
-¡Vaya! ¡Quién lo diría! La chica a la que buscaba con el dios al que esperaba -de las sombras, salió un adolescente, pelo oscuro y ojos grises oscuros. No era del campamento.
Pero yo le conocía.
-Ofois -solté.
-¿Sábes de mí? ¡Qué halagador! -mostró una sonrisa sin enseñar los dientes-. Pero no he venido por eso -sus pupilas estaban clavadas en mí.
-Tengo órdenes de protegerla -amenazó Thanatos.
-No pretendo dañarla, sólo mostrarla unas cosas.
Sin esperarlo, me cogió del brazo y nos sumergimos en la Duat. Cuando todo se aclaró, vi un palacio. Pero nada más, porque me desmayé.
* * * *
Me dolía la cabeza. Intenté enfocar la vista, pero no podía. Me acordaba de Ofois llevándome a algún lugar. ¿Dónde estoy?
-Ah... Mi cabeza -solté un quejido, frotándome la sien.
Entonces me di cuenta de que estaba en una habitación. En una cama, exactamente. Ofois estaba a mi lado, sentado en una silla mirándome.
-Aléjate -le espeté tratando de encontrar mi pulsera. Pero esta estaba muy lejos de mi alcance, en el otro lado de la habitación.
-No quiero hacerte daño, por favor -sonaba confiado y tranquilo. No era como la voz de mi sueño.
Aún así, desconfié.
-¿Cómo sé que puedo fiarme de ti? -mi voz sonó rasposa y cansada.
-Si hubiese querido matarte, ya lo habría hecho.
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Entre mundos. La nueva era de los dioses
FanficLa Tierra ha tenido muchas civilizaciones distintas a lo largo de su historia. Todo debe llevar un perfecto orden para que estemos a salvo. Para ello se pactaron las Leyes Antiguas, un tratado que impiden el contacto entre distintos Panteones. Pero...