27. De visita por Asgard

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POV LOKI

Eché atrás las telas de mi cama y me vestí. Ya estaba amaneciendo. Me gustaba levantarme antes que nadie, la soledad y el silencio en las calles y en el palacio eran acogedores. Me puse mi traje favorito y me dirigí a los jardines para practicar algo de magia.

Por desgracia, no estaba solo.

Thor estaba allí entrenando con Sif. Es curioso, aún teniendo a esa mortal, Sif seguía queriendo conquistar a Thor. Pasé de largo evitando hacer ruido y me dispuse a practicar.

POV AURA

Un rayo de luz pasó por la ventana y me dio en los ojos.

Arriba, bella durmiente -me despertó con un tono feliz.

«Quiero dormiiiiir...» -dije en tono infantil. Me tapé la cabeza con la almohada de nuevo.

Son las nueve. Arriba -insistió y yo resoplé cansada.

«A veces pareces mi madre» -le reclamé adormecida.

Tras levantarme y que ambas desayunásemos, recordé el plan que tenía hoy. Me puse unos vaqueros desgastados, una camisa morada y unas zapatillas, y miré a la loba.

-Vamos a Asgard -dije en voz alta, ya que nadie me oía.

Salimos y nos fuimos hasta una zona apartada donde nadie nos veía.

-Heimdall, el Bifrost, por favor -el guardián nos teletransportó hasta Asgard-. Gracias, Heimdall.

-Buenos días, señoritas -nos saludó al saber de nuestra "telepatía".

Yeró se fue por un lado y yo por el otro. Iba observando todo a mi alrededor, era todo tan extravagante y brillante que hacía daño a la vista. Giré mi cabeza hacia atrás y al volverla delante, me tropecé con una piedra en el pie y perdí el equilibrio. Típico...

Pero alguien me sujetó por la cintura y me paró, ahogué un grito. No había sido una piedra, sino un pie. Levanté lentamente la vista y me topé con unos ojos verdes. Tragué saliva.

-P-perdón. No miraba -me disculpé. Estaba prácticamente apoyada en su pecho, con su mano agarrando mi cintura y poca distancia entre ambos. «¡Tierra, trágame!», rogué.

-Deberías mirar por dónde pisas -dijo muy serio poniéndome recta antes de irse. Tenía un carácter muy extraño y distante... difícil de describir.

Negué y volví a caminar, tenía el corazón a mil. Me senté en la hierba cerca de la orilla y me quité los zapatos. Miré alrededor y vi a Thor luchando con espadas contra una chica. Seguí mirando y me encontré a Loki apartado. De sus manos salían hilos verdes con formas raras y a la vez preciosas, que desaparecían al ordenarlo él. Abrí mi boca sin querer.

Alguien me tiró al suelo y atrajo mi atención.

-¡Oye! -me reí.

¡Lentaaa! -Yeró tiró de mi ropa y ambas empezamos a correr un poco por la orilla. Se me tiró encima y caí de espalda riéndome. Empezó a lamerme la cara, notaba el agua fresca en los pies descalzos.

Aproveché y me metí hasta la cintura, Thor y la chica me miraban. Levanté un chorro de agua e hice que flotara a mi alrededor mientras lo tocaba y jugaba con él.

Le devolví la jugada a mi amiga y le eché el chorro encima, empapándola. Abrí mi boca y me empecé a reír a carcajada limpia... hasta que ella se sacudió y también me empapó.

Le envié una mirada de muerte a la loba antes de ordenar secarme.

-¡Te vas a enterar! -le dije molesta, pero algo divertida. Salió corriendo y negué, recogiendo y poniéndome los zapatos.

-Eso ha sido muy interesante -me asustó alguien a mis espaldas. Me giré.

-No vuelvas a hacer eso -exigí sin querer con autoridad, él se acercó unos pasos de forma algo intimidante y enfadada y con la mirada fija en mí.

-Yo no recibo órdenes -contestó muy serio y marcando el no. Me quedé viéndole sin entender, de repente está tan tranquilo y luego... me corta así. No lo entendía. ¿Qué había dicho?

-Ajám... -fue lo que salió en tono agudo.

-Mmmm... -ese sonido me estremeció un poco y él sonrió- Deberías marcharte. A alguien como tú no le conviene estar por aquí -me dijo muy bajo y en un tono que no comprendí. Desapareció de golpe, dejándome confundida.

* * * *

Me junté con Yeró y Thor, que me presentó a sus amigos. Un hombre enorme, más que el príncipe, llamado Volstagg; otro como mongol llamado Hogun; uno muy coqueto llamado Fandral que intentó ligar conmigo, cosa en que falló; y la chica, Sif, una guerrera que se reía del fallo del último.

-¡Parece que al fin una mujer aparte de Sif se resiste a su encanto! -se burlaba Volstagg riéndose.

Me invitaron a comer, a lo que accedí encantada, en serio, moría de hambre. Thor me llevó a una habitación muy lujosa para mí y me dijo que me podía quedar todo lo que quisiese.

Asentí y nos fuimos a comer. La comida era extraña comparada a la mía, pero deliciosa. Aunque fui una de las que menos comió.

Thor me presentó a su padre Odín, el rey que vi al llegar y a quien se parecía mucho, y a su madre Frigga, una mujer encantadora y muy dulce. Cuando le pregunté sobre su relación con Sif me dijo que sólo eran buenos amigos, él tenía una pareja en la Tierra. Asentí algo extrañada, no parecía eso.

Luego salió el tema de sus poderes con el martillo y yo le conté mis poderes con el agua y que podía resistir las presiones submarinas.

La comida pasó entre risas y bromas de los amigos del príncipe, aunque me extrañó no ver a Loki por allí. Me había dicho que también era príncipe.

-Thor, ¿Loki come aquí? -pregunté.

-Sí, él es... es mi hermano -estaba algo incómodo.

-¿Sabes si vendrá?

-No, no lo sé... ¿Has visto los trajes de tu vestidor? -no había pasado desapercibido para mí que había cambiado de tema, pero le seguí el rollo, no quería molestarle.

Al acabar, volví a mi habitación a descansar. Me había dicho que iban a organizar una cena con velada, así que me fui a la biblioteca y cogí un libro de mitología grecorromana y otro de historias asgardianas para leer un rato y pasar el tiempo.

¿Cómo iba a saber yo que era su favorito?

Entre mundos. La nueva era de los diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora