31. Charlas "agradables"

1K 63 1
                                    

Tras leer la carta, mi corazón dio un vuelco. Loki me salvó. ¿Pero cómo me curó las heridas sin la ambrosía ni el néctar?

Llamaron a la puerta, interrumpiéndome. Miré en la habitación de Yeró, seguía dormida. Sonreí, cerré la puerta dejándola tranquila y fui a abrir, pero al acercarme, oí una conversación muy graciosa.

-¡Debí haberla acompañado, podría haber muerto ahí fuera! -se reprendió alguien en un susurro.

-Tranquilízate, Thor -dijo creo que Banner-, seguro que está bien.

-En cuanto acabe la visita, la voy a invitar a comer para que se le pase el susto.

-Te recuerdo que tienes novia, Tony. Y además, es lo suficientemente lista para no salir contigo -dijo creo que el capitán.

-¿No será que la quieres para ti solo, Rogers?

-¡No digas bobadas! -dijo Steve.

-Sí, claro... Lo que tú digas... -contestó desinteresado Tony.

-Ni siquiera sabemos si está bien. ¿Y si está desmayada? -susurró Thor.

-Sólo hay una manera de averiguarlo -respondió Natasha-. Capitán, ¿me haría el honor? -abrí de inmediato la puerta.

-¡Ni se os ocurra tirar mi puerta abajo! -les advertí con un dedo señalándoles. Las caras de todos ellos eran épicas, ¡qué pena no haberles sacado una foto!

-¡Aura! Me alegro de que estés bien. ¡Estaba preocupado! -me dijo Thor dándome un abrazo demasiado fuerte. Le di dos palmaditas amistosas en la espalda, me empezaba a costar respirar pasados unos segundos.

-Thor... Ai... re -me soltó y me dejó en el suelo.

-Lo siento -se disculpó sonriendo avergonzado.

-Y Steve tiene razón -le dije a Tony-, no saldría contigo ni en un millón de años -sonreí.

-¡Vaya, qué genio! -levantó las cejas.

-¿Nos estabas escuchando? -me acusó Clint.

-Puede... -dije "inocentemente".

-¿Cómo te salvaste? Unos guardias de Asgard vinieron y me dijeron que estabas siendo atacada por... algo -me preguntó Thor.

-No lo sé... Me atacó la mantícora y... luego sólo... me desmayé -no les podía contar lo de Loki y no se me ocurría nada.

-Y luego viniste corriendo -le dijo Tony-. Al capi casi le da un ataque al oír la noticia -señaló, Rogers se puso rojo y se cruzó de brazos.

-Pensé que estabas en peligro.

-Gracias por preocuparte, Steve -le sonreí y me sonrió de vuelta.

-Por ahora nos han dicho que te llevemos a SHIELD -me dijo Natasha-. Quieren pregun... -un ruido en mi cuarto interrumpió la explicación. Todos nos miramos y se llevaron las manos a las armas mientras nos acercábamos. Al entrar, vi a Thanatos y a mi padre.

-¡Papá! ¿Qué hacéis aquí?

-Hemos venido a verte. Después del susto de antes no creerías que te irías de rositas, ¿verdad? -se le veía algo enfadado, pero me dio un gran abrazo que agradecí. Así de bueno era mi padre.

-Pensé que no podías hacer esto.

-No puedo, no se lo digas a tu tío -me susurró confidente, yo me reí.

-No lo haré -me revolvió el pelo e hice una mueca.

-Debo volver antes de que Anfítrite se dé cuenta. Te quiero -me besó la frente- Cubríos los ojos -advirtió, todos le hicimos caso. Luego desapareció.

-Creía que te tendría que llevar conmigo -dijo el otro dios.

-Ya te gustaría... -me burlé, una tos nos sacó de reuniones emotivas para fijarnos en los Vengadores en mi salón-. ¡Oh! Lo siento. Chicos, él es Thanatos...

-Dios de la Muerte Pacífica -completó él asintiendo como saludo

-Es un amigo -concreté.

-¿Amigo? -dijo Steve.

-Sí, sólo eso -aclaró Thanatos. Miré a ambos intentando descifrar lo que pasaba. Aún así, Rogers le miró desconfiado.

-Les diré a tus hermanos que estás bien -asentí-. Me alegro de verte -me puso la mano en el hombro y al segundo se disolvió con las sombras para volver al Inframundo.

* * * *

-¿Pero de qué quiere hablar?

-Por última vez, Aura, no lo sé. Me pidió que te llevase, pero no mencionó de qué hablaríais -llevaba discutiendo un buen rato con Thor porque no sabía de qué quería hablar Furia conmigo y eso me ponía los pelos de punta.

Me dejó frente a una puerta y se marchó. Llamé a la puerta del despacho.

-¡Pase! -se oyó la fuerte voz del director. Entré intentando no hacer ruido, me sentía más asustada que un cordero en el matadero.

-¿Quería hablar conmigo, señor?

-Srta. Wall... Siéntese -le obedecí, su tono era demasiado serio, lo que me hizo sospechar lo peor-. ¿Cómo se salvó del ataque? -preguntó rápido y directo, yo me bloqueé.

-Emm... No lo sé... ¿Me desmayé? -sonó a pregunta y me reprendí mentalmente por ello.

-Srta. Wall, los informes dicen que un "misterioso hombre" evaporizó a la bestia. ¿Es eso cierto?

-Un segundo... -fruncí la frente, analizando lo que había dicho- ¿Cómo... sabe eso? ¿Me estaba espiando y no me ayudó?

-Responda a la pregunta -ordenó, esto cada vez se parecía más a un interrogatorio. Traté de buscar alguna excusa que sirviese de salida. Suspiré y me rendí, no acabaría bien de ninguna manera.

-Sí, yo... Alguien me... -suspiré- ...alguien me salvó -confesé.

-Aura -cambió a un tono más suave pero que seguía siendo una orden-, por su bien no se mezcle con él. Es peligroso.

-¡No, no lo es! ¡Si fuese peligroso me habría hecho daño cuando estábamos a solas, y no lo hizo! -se me escapó. Abrí los ojos, dándome cuenta de lo que acababa de decir y arrepintiéndome.

-Es una orden, no se junte con él. Es un peligro nacional y mundial. Si lo hace, la trataremos como a un peligro para nuestro mundo -demandó con voz inflexible.

-¡Pero...! -levanté las manos.

-Sin peros -me cortó y yo cerré mis puños-. Por ahora, no podrá ir a Asgard si Thor no va con usted en todo momento.

-Thor no sabe de esto, ¿no? -mascullé.

-No, y seguirá siendo así -admitió.

-Bien... -dije de mala gana antes de levantarme y salir dando un portazo. No me dejarían volver a Asgard salvo que estuviese Thor. Genial. Maravilloso.

Furia me prometió que me dejaría explorar esa tierra, aunque ya vi que las promesas eran fáciles de romper sea donde sea y quien sea. Pues bien, yo tampoco cumpliría mi parte.

Esta vez incumpliría las normas a propósito.

Entre mundos. La nueva era de los diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora