Me visto toda darks porsiaca me mancho, y partimos en el auto de un tío. Vamos todos apretujados, pero aún así disfruto el viaje. Me encanta viajar en auto e ir mirando los paisajes. Me relaja. Me pongo a pensar puras hueás y me encanta pensar. Me imagino una vida perfecta, porque la mía está lejos de serla. Siempre tengo sueño, y eso me carga de mi vida. Aparte de que soy fome y me hace falta un pololo. El hueón que me gustaba hace poco ya tiene una mina. Otra vez me ganaron. Eso me pasa por fijarme en puros hueones ricos que jamás me pescarán por pava y agilá.
─Péscame ─me susurra mi hermano mirándome con odio.
─ ¿Qué? ─salgo abruptamente de mis pensamientos.
─Te estaba diciendo que si queríai jugar con nosotros.
─ ¿Minecraft? No, gracias.
─ ¿Me estai diciendo niño rata?
─Pero si es obvio que van a jugar a eso po, ¿o no?
─No. Me aburrió ese juego. Ahora vamos a jugar Geometry Dash. Si querí te pasai el nivel uno.
─Solo si es en modo práctica ─lo chantajeo.
─Llevai como un año jugando ese nivel en modo práctica, ya deberíai pasarlo de una.
─Soy mala pa' ese juego. Mejor jueguen ustedes solos y yo los acompaño.
Prefiero acompañar a mi hermano y mis primos chicos en lugar de estar con los adultos. Mi alma aún es de cabra chica. Pero tiene ventajas estar con ellos, así puedo estar leyendo tranquila, o escuchando música.
Lamentablemente llegamos de los últimos. Me carga llegar última a una casa ajena, porque tengo que saludar a todos y soy media pajera pa' mis cosas.
Y entonces media tímida, detrás de mi mamá, empiezo a saludar a todos mis tíos. Y a la familia de mis tíos. Y todos po. Bueno, casi todos, porque por ahí estaba el primo de mis primos, que no es mi primo, un hueón que me cae como patá en la guata, hablando con su papá. Yo me estaba haciendo la hueona pa' no saludarlos, hasta que mi mamá me cacha y me llama pa' donde están ellos.
La primera hueá que pienso es «puta que se puso rico el hueón», pero deshecho el pensamiento impuro de mi mente inmediatamente, porque siento que me traiciono a mí misma. Desde atrás llega la mamá del hueón y me ve.
─ ¡Oh, qué está grande la Priscila! ─le comenta la vieja a mi mamá─. ¡Estás hermosa! ─se dirige a mí.
Me cohíbo un poco, pero le doy las gracias.
─Está toda una señorita ─dice el papá del primo de mis primos.
─Hola ─el Damián, el primo de mis primos, me da un beso en la mejilla haciéndose el amable.
─Hola.
Me arranco de ahí lenta y silenciosamente, y me voy donde mi papá que está métale conversando con un tío mientras cuidan la carne de la parrilla. Mi papá me abraza, pero no deja de hablar con mi tío, así que mi mirada viaja por el lugar, y me fijo en que el hueón del Damián se hace el simpático con mi mami. Me siento un poco traicionada.
Me empiezo a aburrir pronto y voy en busca de mi primo mayor, pa' que me dé la contraseña del Wi-Fi. No lo encuentro por ningún lado, así que me entusiasmo con salir a explorar por un mini-bosque que hay en la parcela. Estoy un rato sacando fotos pa' mi Insta, hasta que alguien me asusta de repente.
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Vira de mi vida, culiao.
RomanceNada más penca que tener que pasar el dieciocho de septiembre junto al ahueonao primo de tus primos... Aunque con unos cuantos terremotos cambia toda la perspectiva. La pregunta es; ¿se vira o no se vira de mi vida el culiao?