No me queda más opción que sentarme al lado del Damián en el cine. Estamos callados toda la película, hasta que en un momento él me habla.
─ ¿Querí bebida? ─susurra.
─Me gustaría tomar algo más fuerte, pero igual dame ─le susurro de vuelta agarrando la Coca-Cola de sus manos.
En una parte de la película, meto la mano en la bolsa de cabritas, que está en las piernas del Damián, y él justo mete la mano en la bolsa también. Nuestras manos se rozan y me empieza a dar una electricidad en todo el cuerpo. ¡Hormonas culiás!
Cuando termina la película, con mis amigas entramos al baño.
─ ¿Qué onda con tu primo postizo? ─me pregunta la Anto.
─Ninguna onda. ¿Tú le dijiste al Hueilo que lo invitara? ─suelto la pregunta que ha estado en mi cabeza desde que ellos llegaron.
─No. No tenía idea que iba a venir con amigos.
La miro entrecerrando los ojos, pero ella no admite nada, así que le creo.
─Metí la mano en la bolsa de las cabritas y él también y se rozaron ─suelto.
─ ¿Me estai? ─pregunta la Anto emocioná.
Niego con la cabeza.
─ ¿Y qué sentiste? ─me pregunta la Cami emocioná.
─Una hueá rara. No quiero que me guste. Está mal esta hueá. Pero él es el que me busca y... no sé qué cresta hacer.
─Comértelo po ─responde la Anto.
─Antonia, ¡ponte en mi lugar! ─la reto.
─ ¡Me pongo en tu lugar po! Los dos se gustan, cómanse piolamente y listo.
─Yo creo que hacen súper linda pareja, hueona ─dice la Cami.
─Ya les dije que no puede pasar nada, no insistan en la hueá po, que me confunden.
─Entonces no le sigai el juego po ─me aconseja la Cami.
Salimos del baño y las dos culiás se van con sus hueones, así que otra vez tengo que estar con el Damián. Vamos caminando a no sé dónde, yo solo los sigo en silencio.
─Así que... ¿cuándo me podí enseñar matemática? ─me pregunta mi "primo postizo".
─El 31 de febrero.
─ ¿Por qué en febrero? Tengo que pasar el semestre po.
─Parece que de verdad te va mal en mates ─me burlo.
─ ¿Por qué lo decí?
─Porque febrero nunca tiene 31 días.
Él la piensa unos segundos.
─Verdá ─reconoce.
─Gil.
─Sí sé que lo soy. Pero hablando en serio... ¿cuándo podí? Tengo prueba la próxima semana...
─ ¿Qué día es tu prueba?
─El lunes.
«Puta la hueá».
─ ¿Podí mañana sábado? ─le pregunto.
─ ¡Sí! ¿A qué hora? ¿Dónde?
─Después de almuerzo. En mi casa.
─ Ahí voy a estar.
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Vira de mi vida, culiao.
RomanceNada más penca que tener que pasar el dieciocho de septiembre junto al ahueonao primo de tus primos... Aunque con unos cuantos terremotos cambia toda la perspectiva. La pregunta es; ¿se vira o no se vira de mi vida el culiao?