Después de hacer algunos trámites con la Camila, pa' estar ready pa'l viaje a Australia, me voy directo a juntarme con mi ex.
El Damián está sentado en una mesa del local de comida del mall en el que quedamos de juntarnos. Apenas me ve se para con la intención saludarme con un beso en la mejilla, pero yo no lo dejo.
─De lejitos no más ─le digo.
Me siento frente suyo, y no me saco los lentes de sol por motivos de caña.
─ ¿Querí algo para almorzar? ─me pregunta.
─No, ya almorcé. Aunque voy a pedir un jugo... ─él saca su billetera─, ¡no, no te preocupí!, yo me lo puedo pagar solita.
El Damián asiente y me pasa la carta.
« Mmm hay chelita... Priscila culiá alcoholica, estai con la media caña y querí pedir cerveza. ¿No te da vergüenza? ».
Al final me pido el jugo no más po.
─Te escucho... ─le digo al Damián.
─ ¿No te vai a sacar los lentes?
─No, estoy con caña.
─Me lo imaginaba... ─como que se le quiere asomar una sonrisa, pero se lame los labios para deshacerla─. Eh... no sé por dónde empezar...
─Por el principio. Y apúrate, acuérdate que solo te di una hora, y ya hay perdido diez minutos.
─Sí, eh... ─suspira─. El Gonza me contó que te ganaste una beca pa' ir a estudiar a Australia.
─Sí ─asiento y juego con la bombilla de mi jugo.
─Felicitaciones...
─Gracias.
«Priscila, intenta no ser tan cortante» me digo a mí misma.
─De nada. Yo... estoy en Santiago porque voy a entrar a una U de acá.
─Buena...
─Sí. Mi vieja me dio la idea porque tú teníai razón, acá en Santiago hay más oportunidades...
─Hmm... ─asiento.
«Yo no pensaba esa hueá de verdad, pero filo...».
─Así que estai pololeando... ─dice él, pillándome de sorpresa.
─No, no estoy pololeando.
─ ¿Cómo que no? Si te vi ayer con ese... loco.
─Es mi amigo con ventaja no más.
«Ahueoná, no tení porqué darle explicaciones...».
─Aah... Veo que seguiste con tu vida... ─baja la mirada a su jugo. También pidió jugo el copión.
─ ¡Obvio que seguí con mi vida!
─Y me alegro... Eso era justo lo que quería que hicierai.
─Lo hice por mí eso sí.
«Ná que ver la hueá que le dije...».
─ ¿Y cuándo te vai pa' Australia? ─me mira y cruza las manos.
─En dos semanas...
─Uh, te queda poco.
─Sí...
El Damián suspira.
─Priscila, ¿podí dejar esa actitud?
─ ¿Qué actitud? ─le pregunto irónica.
─Tan cortante... Me estai respondiendo con puros monosílabos.
─ ¡No sé qué más querí que te diga! Tú erí el que quiere hablar conmigo. Yo no tengo nada qué decirte.
─ ¿No me querí agarrar a chuchás por habert...?
─No ─lo interrumpo─. Eso ya lo tengo más superado. Me da lo mismo ahora.
─Ya. Igual siento que debo darte una explicación de porqué cambié el número y...
─No, no tení porqué. Esa cuestión ya pasó. Quedó en el pasado...
─Si te hice venir para acá es porque quiero dejarte claro todo lo del pasado, así que escúchame. Voy a partir desde el principio...
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Vira de mi vida, culiao.
RomanceNada más penca que tener que pasar el dieciocho de septiembre junto al ahueonao primo de tus primos... Aunque con unos cuantos terremotos cambia toda la perspectiva. La pregunta es; ¿se vira o no se vira de mi vida el culiao?