─ ¡Priscila! ¡Prisci! ─me susurra el Damián para despertarme y me zamarrea─. ¿Qué estai soñando? ¿Estai bien?
─Sí oh, déjame dormir ─le respondo aún adormilada, tapándome la cara con la almohada.
Pasan algunos minutos y yo no puedo volver a conciliar el sueño, aparte el Damián se pone a whatsappear con no sé quién chucha, y donde tiene el celular con sonido mete más bulla que la cresta.
─Maldito madafacka, te voy a matar ─le tiro la almohada en la cara y a él le da un taldo, pero el culiao no suelta el celular en ningún momento─. ¡Cómo se te ocurre despertarme!
─Te estabai quejando po, me preocupé.
─Fue una pesadilla no más. ¿Y tú con quién hablai tanto?
─ ¿Qué soñaste?
─Yo pregunté primero.
─Con la Adri. Me preguntó cómo estaba no más. ¿Qué pesadilla tuviste?
─ ¿Ya te habló esa pelá? Uy, te juro que la odio.
El Damián no me pesca porque está concentrado hablando con la "Adri", así que me voy al baño a hacer mis necesidades y a lavarme todo. Cuando vuelvo a mi pieza, mi pololo sigue pegado al celular.
─Llegué ─le aviso, porque parece no haberse dado cuenta de mi presencia.
No recibo respuesta de él.
─El Roberto me mandó un mensaje.
Ahí por fin me mira y bloquea el celular concentrando toda su atención en mí.
─ ¿Qué te puso ese hueón?
Le muestro el mensaje y él lo lee unas diez veces más o menos.
─ ¿Qué le vai a poner? ─pregunta.
─Nada. Le voy a dejar el visto.
─Ah...
Me acuesto a su lado y apoyo mi cabeza en su hombro, pa' sapear lo que habla con la "Adri", pero él bloquea el celular pa' que no lo vea.
─ ¿Qué me estai escondiendo? ─le pregunto.
─Nada.
─ ¿Cómo que nada? A ver entonces ─estiro la mano para que me pase su celular, pero no lo hace.
─No te estoy escondiendo nada, Priscila, y no te tengo por qué pasar el celular.
─Ya, como querai.
No lo pesco más y me meto a mi celular. «Algo me está escondiendo este hueón, estoy segura.»
─Prisci...
No lo pesco.
─Prisci po, ¿te enojaste?
─Sigue hablando con la "Adri" no más.
─Ya, la celosita ─me empieza a hacer cosquillas en el cuello, pero no me da cosquillas. Cuando estoy enojá las cosquillas no funcionan en mí─. Ya po, Prisci... Si no estaba hablando con ella.
─Pásame tu celu entonces ─vuelvo a estirar mi mano.
─ ¿Confíai en mí?
─No sé.
Me mira entrecerrando los ojos.
─Sí oh ─le digo.
─A la Adri le dejé el visto hace rato. Estaba hablando con otra persona sobre algo para ti.
─No quiero na...
─Shh ─me dice y me interrumpe con un beso.
En eso tocan la puerta de mi pieza.
─ ¿Qué? ─pregunto.
Mi mamá abre la puerta de mi pieza y nos inspecciona.
─ ¿Cómo durmieron? ─pregunta.
─Yo bien, tía, gracias por preguntar ─le responde el Damián.
─Qué bueno. ¿Y tú, hija?
─Bien. ¿Y tú mamá?
─Bien también. Bajen a tomar desayuno ─dicho eso, sale de mi pieza pero deja la puerta abierta.
─Voy al baño ─me avisa mi pololo y me da un beso en la frente.
─Ya, yo voy a bajar.
Ayudo a mi mamá a poner la mesa y le aprovecho de contar mi sueño, pesadilla mejor dicho, donde moría el Damián.
─Tranquila, hija, son sueños no más.
─Pero igual quedé traumá, mamá.
─Lo que va a pasar es que no te voy a dar más permiso para ver películas de terror, Priscila.
Pongo los ojos en blanco.
─Oye, supongo que... no pasó nada anoche, ¿o no? ─me pregunta.
─ ¿En el cine? ─le pregunto de lo más inocente.
─No, entre... el Damián y tú...
─ ¡Aaaah! ¡No, mamá! ¡Qué perso que me preguntí eso! ¡Córtala!
─ ¿Segura?
─Sí, mamá. Yo no hago esas cosas...
«Todavía...»
─Sí sé ─suspira con alivio y me abraza.
Cuando el Damián baja, dejamos de hablar esas cosas íntimas y lo agradezco mentalmente.
Nos sentamos los tres en la mesa a tomar desayuno, menos mi hermano, que debe seguir raja durmiendo.
─Prisci, ¿te tinca ir a almorzar a mi casa? ─me pregunta mi pololo en un momento de silencio.
Miro a mi mamá.
─ ¿Me dai permiso?
─Sí po, anda no más. Me la traes temprano eso sí ─le advierte al Damiansito.
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Vira de mi vida, culiao.
RomanceNada más penca que tener que pasar el dieciocho de septiembre junto al ahueonao primo de tus primos... Aunque con unos cuantos terremotos cambia toda la perspectiva. La pregunta es; ¿se vira o no se vira de mi vida el culiao?