treinta y cinco

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Your words cut deeper than a knife
(Tus palabras cortan más profundo que un cuchillo)
─empieza a sonar en mi mente Stitches de Shawn Mendes. Wachito rico. Un manjarate.

─No seai tan hiriente, Damián. Vine a pedirte perdón pero ni siquiera me dai la oportunidad de hablar... Ya sé que la cagué, pero tení que saber que yo no fui la que invitó al Rodrigo a ese carrete, fue la Camila, y lo invitó porque él se ofreció a llevar no sé qué copete que le gusta a ella. Y sí, me comí al Rodrigo, pero no sentí nada. Esa vez me lo comí para olvidarme de ti y me arrepiento de haberlo hecho. Más encima no me funcionó... lo hice por las puras. Perdóname. Y si no me perdonai tú sabí que no te voy a rogar.

Él me queda mirando a los ojos y se para de la silla con ruedas.

─...Perdóname tú, Priscilove ─toma mi cara con sus manos─, pero es que ponte en mi lugar, me puse celoso porque el hueón ese pasa todo el día contigo y yo no y... ya sé que soy celoso en exceso pero es porque te quiero.

En respuesta le doy un beso y el Damián separa nuestros labios muy luego, para mi gusto.

─ ¿Por qué cada vez que te digo que te quiero tú te quedai callada?

Suspiro.

─Damián, tú sabí que a mí me cuesta decirle a la gente que la quiero. Además que no te lo diga no significa que no lo sienta. Y yo creo que más que decirlo, hay que demostrarlo.

─Ya oh. Si sé que igual me amai ─me da un beso, y este dura más que el anterior.

En volá yo sí lo quiero, y harto, pero me cuesta tanto decir la palabra "te quiero". Ni siquiera a las perras de mis amigas les digo eso. Con suerte a mis papás cuando están de día o cuando están de cumpleaños. No sé qué hueá, tengo un trauma con esas dos palabras.

─Oye, maldito, ¿y al final qué te pasó? Casi me muero cuando tu mamá me dijo que habíai tenido un accidente ─cambio el tema.

─ ¿Te llamó por teléfono pa' avisarte?

─No. Me tomó tres segundos darme cuenta de que habíamos peleado por una lesera insignificante y te fui a buscar, pero no te encontré. Pensé que te habían abducido los ovnis ─me río y él se contagia con mi risa─. Y fui a tu casa porque pensé que habíai ido pa' allá po. Y ahí me quedé a esperarte y me enteré del accidente.

─Erí tan tierna ─me apretuja en un abrazo de oso─. Te quiero, Priscilove.

─No soy tierna.

─Oye, dime "yo también" aunque sea ─hace un puchero.

─Ay, me da vergüenza, córtala.

─No importa, igual sé que me querí. Y estoy bien. No fue grave, o sea, me saqué la cresta y estoy lleno de heridas y moretones, pero ya me las limpiaron. Y me dolía caleta la muñeca de la mano derecha, pero me dieron un calmante parece y se me pasó el dolor, pero igual me hicieron una radiografía que me van a pasar ahora pa' descartar una fractura. Ojalá sea fractura pa' no tener que escribir en el colegio. Pero ya no me duele nada. Contigo se me pasan todos los dolores.

─Qué erí tonto ─me río─. Cuando se te pase el efecto del calmante te va a doler todo. Y ojalá no sea fractura porque no quiero andar con un mino enyesado.

─Sí, mejor que no sea fractura porque a mí me gusta tener las dos manos para tocarte... la cara sí po, del rostro sí po, pa' darte besos, no otras cosas.

─Ya te pusiste pervertío ─le dije intentando mantenerme seria.

─No soy tu tío, soy tu pololo.

─Fome.

Los papás del Damián nos interrumpen porque los resultados de la radiografía están listos. El Damián, terrible infantil, entra con su mami. Yo me quedo con mi suegro y la guagua y es un poco incómodo porque no tengo mucha relación, ni tema con él.

─Ojalá no sea fractura ─me comenta.

─Ojalá.

Eso es todo lo que hablamos. Minutos después llega mi salvador, mi papi. Le explico todo lo sucedido, acontecido, ocurrido, y esperamos a que el Damián salga y nos cuente qué onda el radiograma.

Entre esa espera, me llega un WhatsApp de la Cami.

Camilinda♡: WEONAAAAAA, TE TINCA IR AL CINE CON EL DAMIÁN? YO VOY A INVITAR A TÚ YA SABES QUIÉN, Y LA ANTO IRÁ CON EL HUEILO

Camilinda♡: DI QUE SÍ O TE PEGO

Yo: Ahí te aviso

Bolsas salvavidas de Claro haciendo su trabajo para poder tener comunicación a través de las redes sociales, ya que mi colegio culiao cagao no tiene Wi-Fi.

Camilinda♡: QUÉ VENÍ A HABLARME CORTANTE MARACA?

Yo: Wna, estoy en emergencias, después te cuento

Camilinda♡: ABORTASTE AL CRÍO, ASESINA?

Yo: El Damián se sacó la csm, aweoná

Camilinda♡: CTM, QUÉ ES AWEONAO

Yo: Ya, no te burlí, yo no más puedo burlarme de él

Bloqueo el celular porque mi suegra y mi futuro marido vienen saliendo. Todos nos ponemos de pie y nos acercamos.

─No era fractura, pero le dieron unos analgésicos para el dolor y licencia por mañana ─nos cuenta la tía.

─Más cagaos ─susurra el Damián, pero solo yo lo escucho.

Lo abrazo del cuello y él pone sus manos en mi cintura.

─Más arriba las manos, cabrito ─lo reta mi papá─. Mira que yo dejo peores moretones.

Ambos nos reímos y el Damián sube un poco las manos, entero perkin del suegro.

─Qué weno que no fue fractura ─le digo a mi pololo─. Mañana te voy a ir a ver a tu casa cuando salga del colegio. ¡Ah!, y oye, ¿te tinca ir al cine con las cabras? Cada oveja con su pareja.

─ ¡Ya, bacán! ¿Cuándo?

─No sé todavía, mañana te aviso cuando te vaya a ver.

\\

Me quedo hasta como las tres de la mañana conversando con el Damián por WhatsApp. Al otro día tengo colegio y decido ir al segundo bloque. Mi mamá no pone atado, así ella se puede demorar más tiempo en el baño y sabe que yo no hago la cimarra, porque o sino me atraso con la materia. Terrible perna.

Apenas llego al colegio, las cabras me bombardean con preguntas sobre lo que le pasó al Damián y volás.

─Oye, ¡dime que el Damián no va a ir a ver la película por el accidente! ─me comenta la Anto.

─Sí va, si no fue grave la hueá que le pasó... ¿Por?

─La hueá que pasa es que... ─le pega una mirada a la Camila, quien le hace señas para que deje de hablar, pensando que yo no la veo.

─ ¡Camila de las Mercerdes! ¿Qué hiciste? ─la interrogo entrecerrando los ojos─. Habla rápido.

─ ¡Qué te cuente la Anto!

─ ¡Tshoa! ¡Ahora po! ─la reta mi amiga y luego posa su vista en mí, poniendo su mano en mi hombro─. Priscilita linda... Adivina quién se invitó solo al cine.

─No sé po. No soy adivina, o sino no estaría aquí.

─ ¡El Roberto, hueona!

¡Conchetumare! Ese es el hueón que me rompió el cora un mes antes de conocer, o sea, de reencontrarme después de mil siglos con el Damián, el año pasado.

Y estoy segura de que ese hueón me va a traer problemas...

Vira de mi vida, culiao.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora