Vira de mi vida, culiao.

seis

Mis primos y mi hermano siguen jugando y el Damián me empieza a contar hueás sobres sus ex's y yo le respondo con puros monosílabos. La verdad es que me importa bien poco que su ex lo haya cagado. Es más, me alegro.

Para mi suerte, la Cami, una de mis dos mejores amigas, al fin pesca mis WhatsApp's.

+Prisci, weón, tomé cuslquieer terremotppp!!!!!11

-CAMI CULIÁ. TE QUERÍA LÚCIDA PA PELAR PO.

+Sprry, tomé mushooooo!!

-entonces mañana te cuento a quién me comí...

+KEEEEEEEEEE???? CUENTS AL TPQUEEE

Me cago de la risa porque la culiá se lo cree.

─Cachai que siento que le estoy hablando al aire ─me reclama el Damián.

─Sorry. Es que... en volá no me interesa hablar de tus ex's.

─Sí, tení razón. Qué desubicao yo... ¿Sabí qué? Hagamos algo: tú me pasai tu celu y yo te paso el mío, así ninguno anda pendiente de ellos. ¿Te tinca?

No me tinca, pero igual le paso mi celular y él me pasa el suyo.

Hay un silencio que relleno haciendo sonar la bombilla de mi terremoto.

─Voy a buscar otro ─le digo.

─Te acompaño. Yo también quiero otro.

Bajo rápidamente las escaleras para despegarme un poco de él. Salgo al patio y voy donde mi papá.

─ ¿Cómo estai? ─me pregunta.

─Bien...

─ ¿Qué te pasó?

─ ¿Me podí hacer otro terremoto?

Mi papá asiente y me acompaña a la cocina. Justo nos encontramos con el Damián.

─Él también quiere uno ─le aviso a mi papi.

Cuando mi papá termina de hacernos los terremotos, sale de la cocina y quedamos solos. Agarro la botella de ron y me tomo un trago. Es fuerte la hueá.

─Qué alcohólica tú ─me dice el hueón.

─Me gusta tomar, pero no en exceso.

Tomo un sorbo de terremoto pa' que baje un poco, y le echo más ron.

─ ¿Querí? ─le ofrezco ron al Damián que me mira como si estuviera cometiendo el pecado más grande de la historia de la humanidad.

─Dale.