Vira de mi vida, culiao.

ocho

Con el Damián estamos acostaos' en una piedra gigante mirando el cielo. Es una noche perfecta para que salgan vampiros. Un Damon o un Stefan quizás. Sería feliz si ellos me chuparan. La sangre sí po.

─Me está dando frío ─comento.

─ ¿Querí que te preste mi chaqueta?

─No. Solo te dije que tenía frío, no significa más que tener frío.

─Es que si una mujer dice que tiene frío es porque tení que darle tu chaqueta.

─Pero no todas las minas somos iguales. Mira, yo soy súper sincera. Si hubiera querido tu chaqueta te la habría pedido ─me bajo de la piedra.

Segundos después el Damián está abajo también. Parece chicle, anda pegao' a mi lado.

─Estamos súper lejos ─comenta él.

─ ¿Y?

─Y nada. Es perfecto.

Ese comentario me da miedo. ¿Perfecto para qué? ¿Acaso es un vampiro y ahora me chupará la sangre? ¿O quizás es un chupacabras? ¿O un lobo?

─ ¿Por qué perfecto? ─me armo de valor y pregunto por fin.

─No sé... Pa'... que estemos solos.

Saco la lata de cerveza del bolsillo de mi chaqueta y la abro para tomar un sorbo.

─ ¿Querí? ─le ofrezco al hueón que tengo al lado.

─Ya.

Me siento debajo de un árbol y con cuea distingo el cielo. Está súper, súper oscuro.

─Oye y... ¿estai pololeando? ─me pregunta el culiao.

─Nop.

Me pasa la chela y bebo unos cuantos sorbos para luego devolvérsela.

─Sabí que no pensé que fuerai así...

─ ¿Así cómo? ─le pregunto.

Me tomo mal el comentario.

─No sé... No pensé que tomabai. Tení cara de ángel.

Me pregunto si el hueón se leyó Hush Hush que me viene a decir ángel.

─Ya te dije por qué me gusta tomar. Y no tomo tanto, le dai color.

─No, igual está bien.

─ ¿Tú tomai?

─La verdad verdad... nunca había tomado hasta hoy día. O sea así que mis papás no sepan. Las veces que tomé fue porque ellos me daban sorbos.

─Ah, mira tú... teníai la pura care agrandao'.

─ ¿Y te digo otra cosa?

─Yap.

─Nunca he tenido polola. Te estaba puro chamullando.