La Adriana Andrea me cae como el terrible pico. Nada de lo que le explico le entra a la hueona lerda. Otras cosas le deben entrar terrible fácil, como los picos por ejemplo.
─ ¿Pero por qué queda positivo? ─pregunta la hueona estúpida por tercera vez.
─Porque negativo más negativo, da positivo.
─Pero, ¿por qué po?
─Puta, qué se yo po. Así son las hueás de matemáticas nomás po.
─Pucha... Sabí que explicai terrible mal.
«Vo soy la ahueoná que no entiende».
─Yo encuentro que explicai de pana ─me dice el Damián.
Ignoro su comentario.
─No creo que pueda seguir explicándoles otro día porque... tengo que quedarme a dar tutorías en el colegio ─miento.
─ ¿En serio? ─pregunta la maraca─. Si explicai como el hoyo. Hasta viendo vídeos en YouTube aprendo más.
Hasta ahí llega mi paciencia.
─No es mi culpa que en tu cerebro de nuez no entre la materia ─le sonrío falsamente─. Además, no sé por qué viniste tú. Yo quedé de enseñarle al puro Damián...
─Tranquila, que no voy a venir más ─me responde más choriá que caño pa' bailar.
─Me haríai un favor ─contraataco.
La mina se queda callá.
─Creo que ya tenemos que irnos ─el Damián se pone de pie.
« ¡Por fin! ».
La maraca de la Adriana Andrea sale terrible flash de mi casa y el Damián se queda parado un momento.
─ ¿Qué? ─le pregunto pesá.
─ ¿Te cayó mal?
─ ¿Tú qué creí?
─Sorry, se invitó sola...
─Dale.
─Mañana voy a venir sin ella, te lo juro.
En ese instante me llega un mensaje en WhatsApp.
Anto: NOS SALIÓ CARRETE!!!!11 Hoy!!!! A las 9!!!!!
─Ven hoy día a las nueve. Solo.
Me mira como si estuviera hablando en árabe.
─Nos salió carrete ─le explico en un susurro─. Ven SOLO, o si no las perdí todas conmigo ─le advierto.
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Vira de mi vida, culiao.
RomanceNada más penca que tener que pasar el dieciocho de septiembre junto al ahueonao primo de tus primos... Aunque con unos cuantos terremotos cambia toda la perspectiva. La pregunta es; ¿se vira o no se vira de mi vida el culiao?