Capitulo 2.

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*Conversación*
-Diga?? Mamá??- dije al teléfono.
-Hola Ashley-que raro que me llame por mi nombre...
-Hola, que querías? Me dijo la nana que querías decirme una cosa.
-si, era para decirte que ya os rellenamos las tarjetas de crédito, y que nos vamos a retrasar 2 semanas más.
-no venís cuando empecemos las clases?
-no , tenemos que acordar un negocio importante. Bueno y quetal?
-bien, esta semana...- me cortó.
-ah me alegro, bueno pasame a tu hermano.-
-voy!-gruñí.
*Fin conversación*

Dejé el teléfono y volví a la cocina.

-Tu madre te espera en la otra línea.- le solté sin mas a Dylan.
-Vale, que quería?-preguntó levantándose de la silla.
-Que ya nos a rellenado las tarjetas de crédito. Pero ahora quiere hablar con "su niño"-dije haciendo comillas con los dedos.

Dylan me miró mal. Él no soportaba que yo hablase mal de nuestros padres, pero aunque me quieran, no es lo suficiente, por eso ya paso de ellos.

-Mi niña, no hables así de tu madre.-me espetó Anna cuando entraba a la cocina a dejar una escoba.
-Es que nana, estoy harta. Siempre es Dylan el niño bonito.-me crucé de barzos y me senté en la mesa de la cocina.
-No te subas ahí- Me bajó de donde estaba sentada.- Y no siempre es tu hermano, cariño, a ellos no les gustó pues...-hizo una mueca rara- tu actitud de ahora.
-¿Mi actitud? Pero sigo siendo su hija en las malas y en las buenas. no es justo que siempre haya sido Dylan el favorito.- Ya me estaba cabreando.
-No es que sea el favorito, es mas...cariñoso.- Me dijo sentándose en unas de las sillas
-Venga ya nana. Yo de pequeña era un sol, y aun así mira.- me dirigí a ella y le di un beso en la mejilla- Me voy. Y dile a Dylan que no gaste mucha luz con su mamá.- Me giré hacia la puerta.
-Pero cariño, todavía es pronto.
-Bueno pues iré a su casa y así no tengo que esperarla en la estación de bus.
-¿No había dicho Dylan que os llevaba?-me preguntó confusa.
-Da igual, yo me voy.
-¿Vas andando?- Se levantó.
-No, cogeré la moto.
-Te cuidado Ashley. Puede ser muy peligroso.
-Si...ala me voy- la volví a dar un beso y me marché hacia la entrada.

Dylan seguía hablando por teléfono, y también se reía. ¿Porque mis padres no se pueden reir conmigo también?
Ah, y nadie de mi familia sabe que voy al Seattle Hell. Solo lo sabían Britanny y Dylan. Él también solía ir de vez en cuando pero estaba mas embobado en las tetas de su novia... Por cierto, Rebecca es una barbie plástica de 22 años (si, mas mayor que Dylan). Es rubia oxigenada, de ojos azules, y tiene unas delanteras y un trasero de silicona. Sus labios eran gordos y feos y además los solía pintar de rojo y tenía un piercing en el ombligo. A mi, me caía fatal.
Era egoísta, pija, sabelotodo, y súper choni además de cursi. Tenía una voz de pito que explotaban los oídos.
No se que la ve mi hermano de verdad.

Cojo las llaves de mi moto, la chaqueta de cuero marrón y salgo por la puerta. Voy hacia el garaje, arranco la moto y marcho.

Se tardaba en moto unos 10 minutos hasta la casa de Brit.
Por fin llegué, aparqué la moto y me dispuse a tocar al timbre.

-hey!! Que haces aquí? Habiamos quedado a las 17:15 en la estación. Son las 15:18 mas o menos, enserio Ashley, ¿qué haces aquí tan pronto? Y en mi casa?- dijo todo eso cuando abrió la puerta. Por dios, ¡hablaba por los codos!
-Hola Brit, muy bien, gracias por dejarme entrar en tu casita- dije con sarcasmo.- No quería estar en la mía y como me aburría cogí la moto y vine hasta aquí.
-Oh! Perdona pasa- me dejó pasar.- entonces, ¿Quieres que marchemos antes? ¿A que hora quedaste con Alexia?
-Como quieras, pero vamos en mi moto, no quiero coger el bus la verdad. Y quedé con Alexia a las 19:00 mas o menos en el Seattle Hell. ¿Vienes?-la pregunté mientras ella se ponía las botas de tacón y se acomodaba la falda.

-¿En tu moto? Y no se que haré luego, ¿Estará Lucas?
-No lo sé. Puedes venir, te lo pasarás bien. Ya as ido mas veces.
-Ya, pero no me gusta mucho ese lugar, Ashley. ¿Porque no dejas de ir?
-Tú ya sabes que a mí me encantan las motos, y no voy a dejar de ir porque lo queráis vosotros.
-Puedes llegar a matarte en las carreras!-me gritó.
-Britanny no empieces si?
-Bueno, no voy mejor.
-Como quieras, ¿estás lista?
-sí.

Salimos de su casa y montamos en la moto. Al poco rato llegamos al centro comercial.

Lucas, era un chico de las carreras, que cada vez que veía a Britanny quería ligar con ella, bueno mejor dicho acostarse, pero eso no quitaba que no fuese un buen chico.

-Ven entremos en ésta!!-gritaba al ver algún conjunto que le gustaba
-Puff-me quejaba.- en otra?? Llevamos 2 horas y media Brit, me estoy cansando.
-Si ni siquiera son las seis.

"No...solo son las 17:25*- pensaba para mí.

-La ultima porfas.-le supliqué.-Que sino te dejo tirada.
-Vale...-asintió

Entramos en la tienda. La verdad es que ésta era una de las que me gustaba a mí mucho. Tenía ropa de mi tipo. Chaquetas de cuero, gorras planas, gorras de lana, camisetas anchas, pegadas, shorts, jeans desgarrados... Merecía la pena entrar.

Mientras Britanny estaba probándose toda la tienda yo buscaba algo nuevo.
Miré por toda la tienda hasta dar con unos jeans negros con cortes en las rodillas, una camiseta que dejaba ver algo de mi ombligo y una chaqueta de cuero pero sin detalle alguno.
Busqué unas cuñas a juego y en poco rato, las encontré.

-Brit!!!-la grité.
-Ya voy , ya voy- dijo saliendo del vestidor.
-Yo me llevo esto.
-¿Solo? Yo esto, y más lo que me he comprado antes.

Teníamos muchas bolsas que cargar, así que nos ayudaba uno de los empleados del centro. Era guapo, pelirrojo y con pecas. Pero no era mi gusto.

Cuando terminamos de pagar, decidimos ir para el parking donde se encontraría ahí mi hermano, ya que lo había llamado, porque 100 bolsas y 1 moto con 2 personas...no era muy buena idea.
Cuado llegamos, allí estaba, junto a mi moto.

-Dylan! Ayudanos- le ordené.

Mi hermano era un cacho de pan. Muy bueno y cariñoso. Era la única persona con la que me podía sentir agusto.

-Gracias- se sonrojó Brit cuando Dylan la cogió alguna de las bolsas que llevaba consigo.
-Denada-la sonrió Dylan.

Ohh que bonito...pensaréis, pero para nada. El amor es un asco que lo único que hace es joder a uno en la mejor época de su vida.
A nuestros 17 años no se que anda pensando la gente de estar con alguien, solo una persona... con lo a gusto que se esta probando de todo.

-Venga tortolitos- les solté cuando estaban embobados mirándose.- Que he quedado.

Se sobresaltaron y Brit volvió a ponerse roja como un tomate.

-La llevas tu?- Le pregunté a Dylan.
Él levantó sus hombros y Britanny me miró algo nerviosa.

Yo me monté en la moto, y Dylan llevó alfinal a Britanny en su auto.

20 minutos aproximadamente era lo que se tardaba a unos 120 km/h desde el centro comercial a mi casa.

-¿Porqué no dejaste a Brit en su casa?-pregunté al ver que llegaban los dos en el coche 5 minutos después de que haya llegado yo.
-Porque decidí venir a estar contigo, algun problema Ashley?- me preguntó molesta Britanny.
-No no tranquila chica...

Ayudé con las bolsas, ya que Brit quería enseñar todo lo que se había comprado.

-Hola niños!!-nos besó Anna a cada uno.-pasar que ya ice algo de merendar.

Asentimos y nos metimos en casa.
Solo me faltaba 1 hora para estar en el Seattle Hell.

-Voy a cambiarme que luego he quedado.

Los tres asintieron mientras tomaban un trozo de bizcocho de la receta de la mamá de Anna. Esa tarta estaba para chuparse los dedos.

Me volví a vestir pero esta vez con lo nuevo que me había comprado.

¡Perfecta, ya estaba lista!

-Me voy!- dijo gritando mientras bajaba las escaleras.

-A donde te vas mi niña?- me pregunta la nana.

-Mmm a casa de Alexia. Quiere enseñeme nose que cosa y pues tengo que ir. Venir luego vosotros si quereis, ya sabéis donde queda...- Me despedí y salí para volver a coger la moto.

NEVER SAY NEVER (Nunca Digas Nunca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora