T2/Capítulo 19 - Reunión Cumbre de los Cinco Kages

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La calma se podía sentir en el ambiente, todo estaba silencioso. Itachi y Deidara se encontraban durmiendo, Sasori estaba arreglando una de sus marionetas, Hidan rezaba, Karin leía y Juugo estaba junto a ella callado, y por último, estaba Touya recostada en una especie de puff. Miró a los lados y notó que algo faltaba —¿Dónde está Suigetsu?

—¿Suigetsu? ¿Quién sabe?— le respondió la pelirroja —. Salió hace d os o tres días y no ha regresado... No me importaría si nunca regresase.

—¡Puedo oírte!— gritó una voz detrás de la puerta. Un segundo después, un peliblanco abrió la mencionada de una patada.

—La espada del ejecutor... ¿Todavía tienes eso?— preguntó el peligris, quitando su pose para rezar.

—¡La dejó atrás Karin! Ha sido doloroso volver y recuperarla— la susodicha hizo un puchero y devolvió la vista a su libro.

—¿Por qué tuve que cargar con tus cosas mientras luchabas contra el Hachibi?— se quejó.

—Yo tuve que cargar con ustedes dos cuando se estaban muriendo, así que paren de pelearse— inquirió Juugo.

—Que condescendiente— comentó Sasori con una sonrisa cínica.

—Bien. En cualquier caso— siguió el Hozūki —, la tengo de vuelta. No me siento bien sin ella— sonrió.

—Bueno, ya que estamos todos... Irse preparando para que nos marchemos'ttebane— anunció la ojiazul.

–¿Tus heridas ya curaron?— preguntó Deidara, sentándose y tallándose un ojo por haberse despertado.

—Sí, gracias— le miró de reojo y sonrió.

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—¡Sai! ¡Te estábamos buscando!

—Necesitamos hablar contigo— completó la frase el rubio.

—¿Qué sucede?

—Dinos lo que sepas sobre Danzo— ordenó la pelirrosa.

—Eso no es posible— se lamentó el azabache.

—¿Por qué?— preguntó Naruto, se notaba que estaba un poco desesperado.

—¡No me digas que estás trabajando para el de nuevo!— Sasuke hizo una mueca y frunció ligeramente el ceño.

—No... No es eso— negó Sai —. No me es posible decir una palabra sobre Danzo-sama. Además...— abrió la boca y les mostró una marca en su lengua.

—¿Qué demonios es eso'ttebayo?

—¿Es una marca maldita?— cuestionó Sasuke, recordando la marca de su amiga de los exámenes chunnin.

—Sí— afirmó el ex-anbu —, es una marca maldita puesta por Danzo-sama. Si comienzo a hablar de él, todo mi cuerpo se entumecerá y no podré moverme o hablar— les informó —. Esto es así para todo aquel que pertenece a la fundación.

—Es un hombre precavido— se quejó la Haruno.

—Danzo-sama y la fundación se encargan del espionaje, han hecho mucho trabajo sucio detrás de escena pqra proteger a la aldea. Esto no puede ser revelado, así que si uno es capturado, no pronunciará ni una palabra.

En su mundo; t ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora