—¡Hya!— Kabuto lo único que pudo sentir fue un pie sobre su cara, antes de que por la fuerza del impacto, se desequilibrara y cayera metros atrás. Esa pequeña acción tomó el suficiente tiempo como para que el jutsu del peliazul terminara.Itachi y Sasuke lentamente abrieron los ojos y quitaron las manos de sus orejas, orientándose nuevamente —To... ¿Touya?— preguntó sorprendido Sasuke.
—No sólo hay un dragón, Kabuto-nii— la peliblanca saludó a su manera, sonriendo.
—Touya, tu...
—Así es— la menor asintió, sabiendo la pregunta. Miró a sus compañeros, que se acostumbraban a la oscuridad de la cueva, y lograban visualizar completamente a Touya.
—¡También tienes el modo ermitaño de la serpiente!— exclamó sorprendido el de lentes.
Y así era, Touya tenía unas ligeras marcas en todo su cuerpo, similares a las de Kabuto, solamente que en menor cantidad. Sus ojos eran amarillos, con la pupila delgada cual gato, y alrededor de estos habían unas grandes marcas de color morado oscuro. Cuatro pequeños cuernos salían de su cabeza, y además su cabello y piel se veía de un color más oscuro —¡Yo también soy un dragón'ttebane!— dijo con una sonrisa. Giró su rostro a los azabaches, y saludó más normal —Itachi-san, lamento haberte dejado solo. Hola, Sasuke-san— movió su mano de lado a otro.
El azabache mayor dejo salir el aire contenido, sabiendo que de ahora en adelante todo iba a ser un poco más fácil, mientras que el menor levantaba una ceja; por impresión, y por confusión —-kun está bien...
—¿Sí?— preguntó de vuelta Touya —Está bien; Sasuke-kun.
—No sabía que habías logrado alcanzar el modo ermitaño de la serpiente, Touya-chan— dijo Kabuto con su voz siseante, llamando su atención —Será interesante ver hasta donde has llegado con él...— relamió sus labios. Y de un salto, se pegó al techo de la cueva.
—Sasuke, ¿recuerdas la misión del jabalí?— preguntó Itachi, mientras se colocaba en posición de batalla y su guardián rojo aparecía.
—Sí...— respondió el azabache, imitando la acción de su hermano.
—Touya...
—No hay problema— sonrió de lado, y como cuando estaba cubierta del chakra de Natural, se colocó sobre sus dos piernas y brazos —Ya lo sé.
El Uchiha mayor sonrió de lado —Hagámoslo.
—Entendido— respondieron Sasuke y Touya al unísono. Itachi comenzó primero, corriendo, mientras el Susano'o de Sasuke preparaba una flecha en su arco. Touya de un salto, se pegó al techo de roca y comenzó a correr allí.
La defensa humana del renegado, lanzó tres cosas parecidas a unas shuriken de fuego, que distrajeron a Kabuto mientras Touya rompía pilares a su alrededor, haciendo que el mismo susodicho se cubriera con dos brazos.
—¡Ahora!— exclamó Sasuke, lanzando la flecha y clavándola justamente en la cabeza de la serpiente, esa que el peliazul siempre llevaba consigo. El susodicho perdió el equilibrio, y quedó colgando de cabeza (pues la serpiente se mantenía pegada al techo por la flecha). El Uchiha menor, notó que su katana, que en algún momento había dejado, estaba allí. Y Kabuto quería tomarla —¡Quiere tomar mi espada para liberarse cortando la cola de serpiente!— advirtió.
Itachi corrió para evitar que la tomara, pero al último segundo, Kabuto logró tener el arma en manos. Antes de que hiriera al azabache, Touya se lanzó, y colocó su pie sobre el filo, bajándolo y evitando alguna herida en los dos. La misma peliblanca, sonrió al notar de reojo, como Kabuto miraba atento a los ojos Mangekyou del Uchiha; el plan estaba funcionando. El Itachi que estaba a punto de atacar hace unos segundos, se volvió miles de cuervos. Kabuto confundido, no pudo notar al azabache ahora de su lado derecho. El susodicho tenía la katana en manos, y con un pequeño corte rompió uno de sus cuernos.
ESTÁS LEYENDO
En su mundo; t ©
AventuraUna chica "normal", entre comillas, ya que su vida era como todas las vidas de niñas de 11 años. Algo friki, adoraba leer mangas y ver anime. Un día, mientras se encontraba dibujando uno de los Kekkei Genkai más fuertes de su anime preferido en su l...