T2/Capítulo 31 - El alma de un marionetista

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¡Hola! Antes que nada, ¿qué tal pasaron las fiestas?

No hubo cap. este fin de semana por que quería tomármelo más tranquilo y estar con mi familia. En sí, tomé un pequeño... Espero y no les haya molestado. 😜

Por otro lado, quería comentar que el especial de Navidad en sí me costó... Un poquito hacerlo; costó mucho quitar características al esposo e hijos de Touya, por que si no se vería un poco quién es. También cambiar situaciones o palabras😂 pero al final, creo que no di mucha idea...

Ya, que me voy por las ramas. La intención no era que lloraran con el especial ;w; lo lamento. Les compenso con este cap. 😌
Disfruten🐋 #BallenasPorqueSi🐋🐋🐋


Omoi corrió, con intención de golpear. En ese momento, instintivamente el cuerpo de Ne también actuó, con finalidad de ayudar. Sai, al ver que su hermano estaba a punto de pelear, saltó y chocó katanas con él—¡Hermano, reacciona!

—Buena movida— alardeó Deidara —Pero aunque intentes cortarme, no tendría sentido— en ese instante, el rubio pudo distinguir que los hilos de chakra de Sasori habían tomado a dos shinobi. Un peliblanco saltó, y el ojiazul pensó —Buen movimiento de Sasori, así no tendré que esquivar-

—¡Kumoryu Uragiri!— gritó el moreno. El rubio se sorprendió al sentir una leve brisa cortante, y ver que los hilos del pelirrojo se habían roto (el susodicho simplemente hizo una mueca)

—Bien hecho, Omoi— dijo uno de los compañeros de la alianza, mientras atrapaba a los cuerpos que habían sido manipulados por los hilos.

—Un corte engañoso que finge cortar por el frente y corta por detrás— pensó Deidara, al ver que no tenía ni una herida.

—Así que logró cortar mis hilos de chakra... Buen corte— masculló Sasori con una sonrisa.

—¡Esta es la oportunidad!— Kankuro utilizó hilos y los unió con los del ojicafé, para después jalarlo y hacer que Sasori resbalara de la parte de arriba —¡Itten, ahora!

El castaño asintió e hizo un rápido sello de manos —¡Dodon Chidoukaku!— tocó el suelo con sus dos manos y el lugar comenzó a elevarse a la altura normal.

—¿Qué?— exclamó Deidara, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo. Sasori estaba a punto de caer, y el rubio se limitó a estirar una mano para que su ave de arcilla moviera un ala y el marionetista no se lastimara tanto.

Cuando el terreno por fin subió a la normalidad, el artista masculló —Maldito...— mientras que el pelirrojo se sentaba lentamente en el suelo, aliviado de ser ayudado por el menor. Ne corrió y apuntó su katana hacia la división de ataque sorpresa, intentando defender a los dos malheridos.

—Es la primera vez que te veo así— dijo Kankuro, levantándose.

—Amarraste tu hilo en el mío y lo halaste. Has progresado un poco con el uso del hilo desde aquella vez, Kankuro— aceptó Sasori.

—Es un honor ser halagado por el maestro de la técnica secreta roja de las marionetas. Pero, actualmente, mi técnica secreta negra es mejor. Tal vez es cosa del destino que esté peleando contra ti nuevamente— sonrió. Pero después, volvió a su expresión enojada, frunciendo el ceño —Lo que pasó aquella ocasión, no lo he olvidado ni un solo día. Debo regresarte el favor de aquella vez— sacó un pergamino en el que estaba escrito "escorpión". Seguido, una leve humareda apareció, para después mostrar una marioneta igual a el, solamente que sin el punto débil en el pecho.

En su mundo; t ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora